Al grito de “Casado, dimisión” y “Ayuso, presidenta”, alrededor de cinco mil personas se manifestaron frente a la sede del derechista Partido Popular (PP) para exigir la dimisión de la actual cúpula directiva. La mayoría de los manifestantes eran militantes o simpatizantes de la formación política conservadora, que es además el principal partido de oposición de España, que vive sumido en una crisis sin precedentes desde el pasado martes y que todo apunta a que tendrá consecuencias imprevisibles.
El PP, una formación político que surgió en 1989 como sucesora de Alianza Popular (AP) y de la derecha española que surgió del postfranquismo, está inmerso en una crisis profunda, con el partido en una caída en picado en las encuestas de intención del voto y con su actual directiva cuestionada por sus simpatizantes y militantes. El origen del conflicto fueron las tensiones que surgieron entre el actual líder, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a raíz de un supuesto contrato en el que la mandataria madrileño podría haber incurrido en prevaricación o un comportamiento “no ejemplar”.
Sin embargo, la trama es aún más compleja: hubo un supuesto informe, presuntamente filtrado por La Moncloa (sede oficial de la presidencia del gobierno español, en manos del socialista Pedro Sánchez) y un intento de contratación de una agencia de detectives para investigar al entorno más cercano a Díaz Ayuso. Supuestamente con el objetivo de expulsarla de la vida pública y eliminarla como rival al interior del partido.
El conflicto estalló tras la publicación de la información de la contratación de los detectives, que se habría hecho a instancias del líder del PP y de su secretario general, Teodoro García Egea, en teoría el presunto autor intelectual de la persecución a Díaz Ayuso. Fue entonces cuando se cruzaron públicamente graves acusaciones de traición, deslealtad y crueldad.
Ese desencuentro en la cúpula del PP es el que se expresó en las calles de Madrid, con más de cinco mil personas concentradas en la calle Génova, donde se encuentra la sede principal del partido, y que exigían la dimisión de Casado y su actual Ejecutiva. Pues, según todas las encuestas y los sondeos realizados hasta ahora por el conflicto, la mayoría de los votantes de la derecha se han alineado con Díaz Ayuso. Y, también, otros tantos se empiezan a alejar de la formación política, hasta el punto de que al menos dos encuestas ya sitúan al partido de extrema derecha Vox por delante del PP, lo que supondría un sorpasso histórico y la amenaza real de que Vox aspira a gobernar España.
Fuente: La Jornada