¡Saquen el video del drone de Bengasi!

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Por Nick Mottern/ Truthout

“Un drone estadounidense desarmado ya estaba realizando misiones de vigilancia sobre Libia cuando comenzó el ataque contra el consulado en Bengasi a las 9:40 pm hora local [el 11 de septiembre de 2012]” informó Fox News el 25 de octubre de 2012. “Poco después del ataque, el drone se colocó en posición sobre el complejo”.

Según un informe en Daily Beast del 12 de octubre, funcionarios del gobierno están estudiando un video del la transmisión en vivo del drone que “vio” por lo menos la última hora del ataque que llevó a la muerte del embajador de EE.UU. en Libia, Chris Stevens, y a las muertes de otros tres miembros del personal estadounidense dentro y alrededor del consulado en Bengasi.

El presidente Obama debe poner de inmediato a disposición del público el video del drone del ataque en Bengasi, no solo para mostrar lo que estaba sucediendo, sino porque creo que mostrará las limitaciones de la “visión” del drone y porque tiene que haber un examen público total de temas críticos legales, morales y políticos, involucrados en el uso de drones en Libia y en todo el mundo.

Las preguntas básicas que deben ser respondidas por el presidente Obama incluyen:

1. ¿Cuántos drones opera EE.UU. sobre Libia, y bajo qué autoridad? ¿Cuál es su misión específica? ¿Cuántos están armados? ¿Qué sucede con los videos de libios de los drones, y no constituye la vigilancia de libios una violación de su privacidad?

2. ¿Cuántos ataques de drones, “asesinatos selectivos”, han sido realizados por drones estadounidenses en Libia, y cuándo? ¿Cómo pueden ser permitidos esos ataques según el derecho internacional que requiere procedimientos judiciales antes de que se imponga una pena?

¿Cómo puede imponer legalmente una pena a alguna otra nación?

3. ¿Con qué exactitud puede “ver” un drone su objetivo?

4. ¿Han causado temor a la población en Libia los vuelos de drones estadounidense y / o aumentado la animosidad hacia EE.UU.?

5. ¿Ha llevado el uso de drones a que comandantes estadounidenses tengan un falso sentido de seguridad respecto a la necesidad de suministrar fuerzas en tierra para proteger oficinas diplomáticas de EE.UU.?

Estas preguntas son esenciales en circunstancias de que el gobierno de Obama está, según el Washington Post del 23 de octubre, expandiendo su lista de asesinatos por drones y mostrando su determinación de realizar la guerra con drones durante por lo menos la próxima década. La CIA, bajo la dirección del cerebro gubernamental de los drones, David Petraeus, pide públicamente más drones, una curiosa concesión a la revelación, cuyo objetivo político no es evidente. Se informa que nuevas bases de control de MQ-9 Reaper están siendo abiertas en el Aeropuerto Internacional de Nashville y en Fort Benning, Georgia, sumándose a por lo menos media docena de bases de control de Predator y Reaper en EE.UU., y otras en el exterior.

Esta expansión de la guerra de drones se basa, a mi juicio, en dos fantasías públicas letales. La primera es el excepcionalismo estadounidense, una especialidad sentida por los estadounidenses que les da derecho a determinar las reglas y matar según sus intereses. La segunda fantasía es que los drones permiten matar sin consecuencias. Al respecto, vale la pena señalar que Quilliam, un think tank basado en Londres, ha dicho que el ataque contra el consulado de EE.UU. en Bengasi fue una represalia por el asesinato estadounidense mediante un drone de un libio en Pakistán en junio.

También pienso que el gobierno se puede salir con la suya con la guerra de drones, que, como indico más arriba, viola el derecho internacional, gracias a la ignorancia generalizada del público estadounidense sobre cómo funcionan los drones, sus limitaciones tecnológicas, el grado de muerte y terror causado por drones y por la negativa total de las principales organizaciones mediáticas a presentar imágenes de asesinatos por drone o a entrevistar a sobrevivientes de ataques de drones.

Mis opiniones sobre la política de drones dentro de EE.UU. se basan en varios meses de participación en el Tour Conoce los Drones 2012 en el cual yo, y varios colegas, utilizamos una réplica de 2,5 metros del drone Reaper para involucrar a la gente en conversaciones sobre la guerra de drones.

El objetivo de nuestra gira es detener los ataques de drones de EE.UU. y lograr una prohibición internacional de drones armados y de vigilancia mediante drones, una vigilancia intensiva, diaria, de individuos y grupos posibilitada por una nueva tecnología que es un arma de intimidación y terror.

* Nick Mottern es periodista y director de Consumers for Peace.org, que participa en la organización contra la guerra, y ha trabajado para Maryknoll Fathers and Brothers, Bread for the World, el antiguo Comité Selecto del Senado sobre Nutrición y Necesidades Humanas y el The Providence (RI) Journal – Bulletin.

Fuente: http://truth-out.org/opinion/item/12399-show-us-the-benghazi-drone-videotape/ Traducción: Germán Leyens

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