Hace mucho tiempo que en Vietnam no se veía un estallido de violencia como este. Miles de obreros han atacado y saqueado varias fábricas chinas y otras que suponían que también lo eran, aunque en realidad son taiwanesas o de otros países.
Todo comenzó con una manifestación contra los planes de Pekín de instalar una plataforma petrolera en aguas de las Paracel, unas islas en el mar de China meridional que ambos países se disputan. Pero la protesta nacionalista degeneró y, al final, hubo cientos de detenidos.
El gobierno chino ha subido a la palestra para exigir a Vietnam que pona fin a los saqueos: “¿Quién es aquí el provocador y quién la víctima? ¿Quién quiere que se calme la situación y quién busca una escalada de la violencia? Creo que es obvio. Resulta difícil negar que Vietnam es quién está provocando”, dijo Hua Chunying, portavoz china de Exteriores.
El telón de fondo de esta historia es lo que el domingo ocurrió en aguas de las islas Paracel, donde los chinos están instalando una plataforma petrolera. Allí, barcos chinos y vietnamitas se libraron a un simulacro de batalla naval, con intentos de abordaje y un enfrentamiento con cañones de agua.
Fuente: euronews
