La Auditoría Superior de la Federación (ASF) aseguró que la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex) en 2013, durante el primer año de gestión de Emilio Lozoya Austin en la empresa del Estado, mediante la cual obtuvo 51 por ciento de la propiedad en los astilleros españoles de Hijos de J Barreras, fue injustificada, porque no correspondió a una actividad sustantiva y registró pérdidas, situación que la petrolera no aclaró en virtud de que omitió información.
En su más reciente dictamen sobre esa operación, que fue concluido en 2019, la ASF recomendó comenzar el procedimiento administrativo correspondiente por las irregularidades de los servidores públicos que autorizaron invertir en esos astilleros, pese a que su objetivo era maximizar el valor económico y la rentabilidad para Pemex.
Entre los argumentos esgrimidos por la petrolera para no proporcionar información sobre la compra y venta de dos floteles (Cerro de la Pez y Reforma Pemex), cuya construcción había sido encargada a Hijos de J. Barreras, está que se encuentra sujeta a cláusulas de confidencialidad negociadas entre partes privadas
.
Además, según el artículo 59 de la ley de la compañía del Estado, Pemex podrá realizar las demás actividades que le competen a través de empresas filiales
, y el artículo 61 señala que son empresas filiales de Pemex aquellas en las que participe, directa o indirectamente, en más de 50 por ciento de su capital social, con independencia de que se constituyan conforme a la legislación mexicana o extranjera.
“Las empresas filiales no serán entidades paraestatales y tendrán la naturaleza jurídica y se organizarán conforme al derecho privado del lugar de su constitución o creación.
De lo anterior se desprende que PMI Norteamérica SA de CV no es una entidad de derecho público, no lleva a cabo operaciones que involucran recursos públicos federales o participaciones federales, se encuentra organizada conforme al derecho privado y las operaciones que realiza se rigen por el derecho común.
No se entregaron las actas
La ASF aseguró que no se proporcionaron las actas de entrega-recepción de los dos floteles construidos a solicitud de PMI Norteamérica, por lo que no fue posible constatar que dichas unidades, otorgadas por los astilleros a PMI Norteamérica, cumplieran con las características establecidas en las licitaciones que emitió Pemex Exploración y Producción.
El pasado 30 de enero el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, informó que buscan negociar opciones con potenciales compradores para recuperar la inversión realizada en dicho astillero por 5.1 millones de euros, así como su garantía de 8 millones de dólares.
Recordó que el consejo de administración de PMI, a propuesta de Emilio Lozoya Austin, aprobó la compra de acciones en el astillero español en un escenario en el que estaba por comenzar el proceso de quiebra.
Cabe señalar que el 20 de diciembre de 2013, bajo la dirección de Emilio Lozoya, Pemex se convirtió en accionista mayoritario de la compañía al adquirir, por medio de la filial PMI Holdings BV, 51 por ciento de su capital social, integrado por 510 acciones con un costo total de 5 millones 100 mil euros, equivalentes a 120 millones 221 mil 800 pesos (al tipo de cambio 23.57).
Otros accionistas son: Albacora, 24.5 por ciento; Electromecánica Naval e Industrial (12.3) y Baliño (12.2 por ciento).
El acuerdo para la capitalización de Hijos de J. Barreras se concretó desde la visita a México de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Junta de Galicia, a principios de abril de 2013.
Esta operación, que a todas luces fue en detrimento de la empresa productiva del Estado, se atribuye al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, pues fue su gobierno el que se comprometió a rescatar de la quiebra a Hijos de J Barreras, en contra de los intereses de México. Esto para cumplir los deseos de Juan Camilo Mouriño, quien en 2007 aseguró a los españoles que se iba a invertir en aquel país.
Fuente: La Jornada