Las primarias demócratas llegan hoy a un estado decisivo para la nominación del candidato del partido y para la reelección de Donald Trump en noviembre: Michigan, uno de los estados industriales del Medio Oeste en los que le multimillonario neoyorquino basó su ascenso al poder en 2016.
Michigan es el más importante de los seis estados que hoy celebran primarias -también se vota en Idaho, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte y Washington-, en una cita electoral que buscará determinar si la tendencia establecida la semana pasada en el «Supermartes» se consolida. Entonces, el candidato moderado Joe Biden orquestó con la ayuda del «establishment» y de la retirada de otros rivales por la presidencia una remontada sorprendente que frenó al izquierdista Bernie Sanders, que avanzaba con fuerza a la nominación gracias a la fragmentación del voto centrista.
Ahora la situación es la contraria: es Sanders quien necesita una reacción y, si no se produce hoy, sus opciones para recuperar el mando en las primarias serán escasas. Es difícil saber cuál será el resultado esta noche. Es muy probable que Biden se imponga con suficiencia en Misisipi y Misuri, dos estados con alta presencia de electorado negro, donde el exvicepresidente con Barack Obama es más fuerte. En Idaho y Dakota del Norte, Sanders ganó con claridad en 2016 a su entonces rival, Hillary Clinton, pero no ha habido encuestas que ofrezcan pistas sobre qué ocurrirá esta vez. Donde parece que el senador por Vermont tiene más opciones de ganar es en Washington, un estado de la costa Oeste, con mucho voto progresista.
Pero la gran batalla será en Michigan. Es el estado que más delegados reparte hoy (125) y, después de que Biden se hundiera en las encuestas tras su comienzo mediocre en las primarias, se ha recuperado y los sondeos le dan como ganador (55,3%, frente al 30% de Sanders, según el acumulado de RealClearPolitics). Pero es difícil pronosticar si esa ventaja se cumplirá en las urnas: en 2016, las encuestas no calibraron bien el apoyo a Sanders, que ganó en Michigan contra pronóstico y por la mínima a Clinton y consiguió extender la pelea en las primarias. Además, ha habido mucho voto anticipado por correo -más de 700.000 papeletas, un 80% más que en 2016- y es posible que buena parte de esas decisiones se hicieran antes de que la campaña de Biden tomara vuelo.
WATCH: "You’re full of sh*t," @JoeBiden tells a man who accused him of "actively trying to end our Second Amendment right."
"I support the Second Amendment," Biden adds while vising under-construction auto plant in Detroit. @CBSNews pic.twitter.com/sueOSBaY9P
— Bo Erickson CBS (@BoKnowsNews) March 10, 2020
«Todos los estados son importantes», aseguró Sanders este fin de semana. «Pero este martes quizá Michigan es el más importante». El líder izquierdista necesita recuperar fuerza y demostrar que puede capitalizar el voto descontento de la clase media de las zonas industriales. En 2016 fue esencial para la victoria de Trump y los aliados de Sanders han defendido que, si él hubiera sido entonces el nominado demócrata, su tirón en este electorado hubiera evitado que la Casa Blanca cayera en manos del multimillonario neoyorquino. Ayer trataba de convencer en un mitin en San Luis (Misuri) de que tiene más posibilidades que Biden de derrotar a Trump. «En la elección, ¿qué candidato puede generar más entusiasmo y la participación que necesitamos?», preguntó a sus seguidores. Hasta ahora, la respuesta de las urnas ha sido diferente: en el «Supermartes» la participación creció en los estados en los que ganó Biden y el electorado joven, el más leal a Sanders, votó menos que en 2016.
Fuente: ABC