En la peor crisis de la historia del PAN, la disputa por la conducción nacional de esta organización política de derecha se produce en un ambiente envenenado por la beligerancia de sus “tribus salvajes”. Entre los aspirantes destacan tres mujeres –Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala y Gabriela Ruiz del Rincón–, el actual presidente nacional, Gustavo Madero, así como Ernesto Cordero y Santiago Creel… Una auténtica rebatiña –y rapiña– en la que todavía queda mucha mugre por aflorar.
Por Álvaro Delgado/ Proceso
Josefina Vázquez Mota y Margarita Zavala Gómez del Campo, las dos mujeres más afamadas del Partido Acción Nacional (PAN), son vecinas: atienden en oficinas del mismo edificio que les presta el empresario Enrique Burgos Ordóñez, en las Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México.
Vázquez Mota, la candidata presidencial que se desplomó al tercer lugar en las elecciones de 2012, despacha desde el año pasado en el segundo piso del edificio ubicado en Paseo de la Reforma, y Zavala Gómez del Campo, esposa de Felipe Calderón, trabaja ocasionalmente en el tercero.
Pero, además de ser vecinas, Vázquez Mota y Zavala son rivales: Ambas ambicionan suceder a Gustavo Madero en la presidencia del PAN, un cargo al que aspiran –en su conjunto– una decena de panistas, incluido éste.
En esas oficinas las dos mujeres se entrevistan con simpatizantes, esbozan estrategias y hasta arman sus potenciales equipos de campaña y apoyo para ganar la presidencia del PAN, cuyo fracaso significará también una sepultura política.
Luego de quebrantar su promesa de formar un “movimiento ciudadano”, vacacionar cuatro meses en Europa y de tomar clases de inglés en Estados Unidos, Vázquez Mota ha tenido en un año sólo apariciones públicas intermitentes, una de ellas como invitada de Enrique Peña Nieto a su toma de posesión.
Pero aún sin equipo, que en la campaña siempre estuvo disperso y confrontado, la excandidata presidencial es ampliamente conocida por la militancia y, en medio del choque de las facciones de Calderón y Madero, ofrece sus servicios: “Quiero ser factor de unidad”.
De hecho, en una contienda por la presidencia del PAN ella vencería otra vez a Ernesto Cordero, según una encuesta que éste mandó hacer, a propuesta de Alejandra Sota, y cuyos resultados le fueron entregados la segunda semana de julio.
Aunque la encuesta entusiasmó a Cordero porque lo coloca también muy competitivo ante Madero –quien hace dos meses lo removió como coordinador del PAN en el Senado–, no se prevé que se concrete su candidatura, y hasta su exasesor Juan Ignacio Zavala lo descartó por ser parte, como Madero, del conflicto.
“Es como pretender ahorita que nombremos a Cordero para que arregle las cosas. Pues claro que no, hombre, pues si estamos todos polarizados”, declaró Zavala, hace un mes, en entrevista con la conductora de Televisa Adela Micha. “Margarita es una figura que une”, contrastó.
Y hace apenas dos semanas, el sábado 20, Margarita Zavala no sólo no se descartó para presidir el PAN, sino que hasta se mostró entusiasmada. “Me encantaría”, exclamó tras un desayuno con panistas capitalinos, al que asistió también Madero.
“Yo quiero mucho al PAN y sabe que cuenta conmigo”, ratificó Zavala, quien intensificó su activismo en México por las vacaciones de que goza su marido en la Universidad de Harvard, quien también se ha dejado ver en lugares públicos.
Aunque se le ha fabricado la imagen de que tiene “carrera propia” –una estrategia que incluyó al inicio del sexenio una “auditoría de imagen pública” de la empresa De la Riva y Asociados que costó a los mexicanos 848 mil 994 pesos–, la trayectoria de Margarita Zavala ha estado siempre atada a Calderón, su marido desde 1993.
Los cargos de asambleísta del Distrito Federal y diputada federal de Zavala Gómez del Campo han sido por la vía plurinominal y fue derrotada en la única contienda en la que ha participado: cuando en 1992, un año antes de su matrimonio con Calderón, pretendió ser dirigente juvenil.
De inscribirse como candidata a la presidencia del PAN, se alteraría su proyecto que, según calderonistas, era ser diputada federal en 2015 y coordinadora del grupo parlamentario para, igual que su marido y Vázquez Mota, catapultarse a la candidatura presidencial del PAN en 2018.
Por ahora, las dos mujeres más conocidas en el PAN son vecinas –y rivales– en el edificio del abogado Burgos Ordóñez, dueño también de la que fue la casa de campaña de Vicente Fox, Felipe Calderón y Vázquez Mota, en la calle de Sacramento, en la colonia Del Valle.
La otra opción
Pero además de Vázquez Mota, Zavala, Cordero y Madero, aspiran a presidir el PAN por lo menos otros seis panistas: Gabriela Ruiz del Rincón, Santiago Creel, Luis Alberto Villarreal, Juan Manuel Oliva, Héctor Larios Córdova y Juan Carlos Romero Hicks.
Sólo los dos últimos –Larios y Romero– han expresado públicamente esa ambición, mientras que el resto imita a Vázquez Mota, Zavala Gómez del Campo, Cordero y Madero, sobre todo porque está pendiente concluir la reforma a los estatutos que se prevé suceda el sábado 10 de agosto en la reanudación de la 17 Asamblea Nacional Extraordinaria.
Salvo que no haya quórum, razón por las que se suspendió en marzo, ese día habrá certeza del método de elección del presidente nacional –que en lo general se aprobó que sea por voto directo de la militancia–, las reglas y fecha de la contienda podrían celebrarse hasta marzo o abril del próximo año.
Por estas variantes es que la mayoría de quienes anhelan presidir el PAN no se han manifestado públicamente, incluyendo el propio Madero, quien, de no buscar la reelección y retirarse como la actriz Greta Garbo, tendría dos prospectos del grupo que lo apoya: Creel, su principal negociador en el Pacto por México, y Villarreal, coordinador de los diputados federales.
Frustrado aspirante dos veces a la candidatura presidencial del PAN, Creel fue nombrado secretario técnico de la Comisión Política del PAN a propuesta de Madero, quien lo relevó de la coordinación de los senadores, en 2008, tras ser destituido por Calderón a través de Germán Martínez.
Madero delegó en Creel la responsabilidad de retener el gobierno de Baja California y, al resultar exitosa la estrategia, se le perfila como prospecto para presidir el PAN por parte del grupo de Madero, que también ha perfilado en los corrillos a Villarreal, guanajuatense igual que Romero Hicks y Oliva, ambos exgobernadores como Vicente Fox.
Otra mujer que analiza buscar la presidencia del PAN es Gabriela Ruiz del Rincón, tesorera del CEN y administradora de las campañas de Manuel Maquío Clouthier –su tío–, Diego Fernández de Cevallos y Vicente Fox.
Diputada federal y senadora, Ruiz del Rincón envió una carta a los militantes del PAN, el pasado 16 de julio, para llamarlos a la reflexión tras la derrota del año pasado y los resultados de las elecciones locales del 7 de julio último.
“Hemos pasado el primer proceso electoral después de que entregamos la Presidencia de la República, y pienso que como partido y como panistas aún nos debemos una reflexión profunda y sincera, sobre todo en los cuerpos de dirección de nuestro Instituto político”, plasmó en la misiva.
Ante el triunfalismo de Madero por retener Baja California y reconquistar Aguascalientes, así como capitales, Ruiz del Rincón advierte en su carta: “No es tiempo de repicar las campanas o ante los claroscuros del proceso electoral de 2013 quedarnos sumergidos en ‘la escaramuza electoral’”.
Pero más allá de las cifras, aclara: “Las conclusiones las debemos obtener cada uno de nosotros y preguntarnos si estamos siendo congruentes con nuestra historia de partido, si estamos cercanos a los ciudadanos, si el electorado nos percibe fuertes o desdibujados, si seguimos abanderando la honestidad, la transparencia y si proyectamos una vida democrática interna”.
Advierte: “El PRI en estos meses que lleva al frente del gobierno federal ha mostrado distintas máscaras en los diferentes niveles de gobierno, siendo vertical sólo en los casos de su conveniencia y apoyándose en los gobiernos locales para seguir siendo su maquinaria electoral”.
Y enseguida comparte “un análisis sin adjetivos del proceso electoral que acabamos de concluir para que obtengas tus propias conclusiones”, y remite a la página www.lomejorparamexico.com.mx, donde se presentan cifras que contrastan con el triunfalismo de Madero.
Por ejemplo, aclara: “El PAN, compitiendo sin alianza, pierde presidencias municipales que actualmente gobierna, al pasar de 158 que ganó en 2010 a 83 que gana en 2013”.
Y agrega: “El PAN, compitiendo sin alianza, pierde diputaciones locales que tiene actualmente, al pasar de 29 que ganó en 2010 a 16 que gana en 2013”.
Sólo en alianza con el PRD el PAN obtiene triunfos, anota el análisis elaborado por Jorge Manzanera Quintana, exsecretario general adjunto de Elecciones en el CEN presidido por Germán Martínez, quien renunció tras la derrota de 2009:
“Las alianzas PAN-PRD-otros aumentan las presidencias municipales que actualmente gobierna, al pasar de 127 en 2010 a 138 que gana en 2013”, una tendencia que también se observa en las diputaciones locales en ambas elecciones: de 45 a 61.
Por su parte, conforme a las mismas cifras que ofrece Ruiz del Rincón, el PRI aumentó este año sus triunfos en presidencias municipales respecto de 2010 –pasó de 392 A 416–, aunque retrocedió en diputaciones al pasar de 190 a 188 en el mismo lapso.
La disputa por el PAN se produce en medio de la más honda crisis de su historia y en un ambiente envenenado por la belicosidad de las facciones –“tribus salvajes”, las llamó Luis Felipe Bravo Mena–, que no sólo no ha amainado, sino que ya alcanzó al sector juvenil.
En esta contienda de bloques agrupados en torno a Calderón y a Madero, con la organización extremista de El Yunque como “bisagra”, una víctima es Fernanda Caso, colaboradora de Margarita Zavala, simpatizante de Cordero y quien afirma que se le pretende conculcar su derecho a ser candidata a presidir la Secretaría de Acción Juvenil, que ha vivido también en medio de escándalos, como los generados por los adultos.
En un video difundido a través de YouTube titulado “Más fuertes que nunca”, Caso denuncia una conjura de “un grupo” en su contra, luego de que el CEN del PAN ratificó, el 11 de julio, que la fecha para la elección juvenil será el 28 de septiembre.
“Existe un grupo que no quiere ver el proyecto que encabezo en la próxima Asamblea Juvenil. Existe un grupo que está acostumbrado a ganar en la mesa lo que se debe ganar en las urnas. Ese mismo grupo aprobó la convocatoria con la intención de dejarme fuera de la competencia. Mis adversarios se sienten seguros de que no cumplo con los requisitos para ser candidata a la Secretaría Nacional. Sin embargo y aunque a algunos les pese, los cumplo. Por eso es que presentaré mi candidatura y estoy segura de que mi proyecto saldrá victorioso el próximo 28 de septiembre.”
La inconformidad de la joven obedece a que el CEN no satisfizo su exigencia de modificar la convocatoria para cumplir con el requisito de tener tres años cumplidos como militante activa del PAN el día de la elección. Los cumpliría el 19 de octubre, cuando podría tomar posesión.
“Como a ese grupo le es imposible designar un candidato propio, ha decidido cobardemente detenerme desde una convocatoria”, dice también Caso, quien forma parte del equipo de Margarita Zavala, como Liliana Rojero y Guadalupe Suárez Ponce.
Fuente: Proceso