Una empresa austriaca ha producido los primeros alimentos impresos en 3D que llegan a los supermercados. Al menos eso es lo que piensan los miembros de la sociedad basándose en los documentos que han escuchado.
Se trata de un salmón vegano elaborado a partir de proteínas de hongos. Su contenido en proteínas es un poco menor que el del pescado, pero es rico en vitaminas y la más importante del salmón: los ácidos grasos omega 3.
Por eso es una opción ideal para veganos y vegetarianos, personas flexibles y en general para todo aquel que quiera comer de forma más sostenible. Esto se debe a que, al tratarse de un alimento impreso en 3D, se evita por un lado la pesca del salmón y las emisiones de dióxido de carbono son mucho menores que si el pescado tuviera que ser capturado y transportado de forma convencional.
Últimamente se ha hablado mucho sobre la carne cultivada en laboratorio. Sin embargo, las impresoras 3D también son una herramienta que llegó para quedarse en la industria alimentaria. Si con su ayuda también podemos reducir la huella de carbono de nuestra dieta, merece la pena intentarlo.
Y si el resultado final es delicioso y nutritivo, mucho mejor. Las virtudes de las proteínas de los hongos Para obtener alimentos impresos en 3D, se necesitan proteínas que actúen como tinta de impresora. Se pueden utilizar proteínas que provengan del propio animal, cuya carne se prensa. Sin embargo, esto significaría criar al animal para realizar biopsias.
Por lo tanto, en este caso se eligieron micoproteínas. Se trata de proteínas extraídas del micelio, estructuras subterráneas que realizan funciones similares a las raíces de las plantas. Comenzaron a estudiarse en el desarrollo de alternativas veganas a la carne y al pescado, porque su composición y sabor son muy similares a las proteínas animales. Además, tienen una alta concentración de aminoácidos esenciales.
Los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas. La mayoría de ellos pueden sintetizarse en nuestro organismo.
Sin embargo, hay algunos aminoácidos esenciales que sólo se pueden obtener de los alimentos. Por eso son tan importantes, porque si no se consumen, se termina con proteínas que nunca se podrán generar adecuadamente.
