El líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, refrendó su negativa a debatir con los líderes del PRI, PAN y PRD e insistió que sólo debatirá con el expresidente Carlos Salinas de Gortari quien es “el jefe de la mafia en el poder”.
Enrique Ochoa, del PRI, Ricardo Anaya, del PAN e incluso Alejandra Barrales, presidenta del PRD, “son correas de transmisión, por decirlo amablemente”, afirmó en una larga entrevista con Joaquín López Dóriga.
Salinas de Gortari, dijo el tabasqueño, es “el padre” de la desigualdad moderna que padece el país y por esa razón sería “histórico” debatir con él. De paso, abundó, hasta podría informar cuánto dinero tiene y hacer su declaración 3de3.
“Salinas es el padre de la desigualdad moderna en México, pues durante su gobierno fue cuando más creció la desigualdad económica y social en el país”, subrayó.
Y ante la insistencia de sus adversarios políticos que han pedido debatir con él, dijo que acudirá a ellos “cuando sea el momento adecuado”, es decir en campaña, aunque insistió en hacerlo primero con el expresidente.
“Sería extraordinario e histórico debatir con Salinas”, dijo e insistió que la mafia que el expresidente encabeza tiene secuestrado al gobierno y los partidos políticos en México.
PAN y PRI, señaló, han dedicado sus tiempos legales en radio y televisión para golpearlo políticamente pese a que está prohibido. Incluso señaló que podría solicitar al Instituto Nacional Electoral (INE) que los spots que han transmitido sus adversarios en su cintra sean retirados, pero no lo hará porque eso lo posiciona.
En otro momento de la entrevista, el dos veces candidato presidencial dijo que de llegar a la presidencia convencerá al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que el problema de la migración no se resolverá con muros, redadas, ni militarizando la frontera, y también aseguró que no rompería la relación con Estados Unidos, por el contrario –dijo– se fundamentaría en el respeto.
Adelantó que el próximo 20 de enero, cuando Trump asuma la Presidencia de Estados Unidos, estará en la frontera para responder de alguna manera a su discurso y expresar su respaldo a los migrantes que trabajan en ese país.
“No quiero que se vea como un reto o un desafío, de ninguna manera, pero quiero estar presente en la frontera para lo que se necesite, no vamos a actuar con balandronadas, seremos respetuosos pero al mismo tiempo defenderemos a los mexicanos y a los migrantes y sus derechos humanos, vamos a tener presencia en la frontera”, apuntó.
Detalló que ese día, el 20 de enero, estará en Acuña a las 4 de la tarde y a las 6 en Piedras Negras, “respondiendo el discurso de Trump”.
López Obrador se pronunció por una relación respetuosa con Trump, fincada en la cooperación para reactivar la economía en México.
Ambos países, abundó, deben compartir planes de desarrollo con el gobierno de Estados Unidos, pero siempre respetando su soberanía.
Los mexicanos, siguió, se van a Estados Unidos “por necesidad, no por gusto” y que su mayor sueño es que los mexicanos puedan trabajar donde nacieron. Ese, subrayó, es el propósito que tiene para 2024.
El tabasqueño consideró que la violencia y la inseguridad en el país se han acrecentado por falta de bienestar y empleos.
De su lado íntimo, el tabasqueño reveló que cuando muera quiere que sus restos sean enterrados junto a los de su primera esposa, Rocío Beltrán Medina, quien murió en el año 2003 y con quien procreó a tres de sus cuatro hijos: José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso.
Según dijo, su actual esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, conoce su deseo. Comentó que ella llegó en uno de los momentos más difíciles de su vida y dijo reconocerle el apoyo y los consejos que le brinda.
Fuente: Proceso