El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, aseguró este martes que no habrá “ninguna piedad” para los asesinos de la hija de un ideólogo ultranacionalista que murió en un atentado terrorista y cuyos funerales reunieron a cientos de personas en Moscú.
“Fue un crimen bárbaro para el que no puede haber perdón (…) No puede haber piedad para los organizadores, los patrocinadores y los ejecutores”, dijo Lavrov en una conferencia de prensa.
“Ahora, según tengo entendido, las autoridades ya establecieron los hechos, que ahora están siendo investigados. Espero que la investigación se complete pronto y, como resultado de esta investigación, por supuesto, los organizadores y quienes ordenaron el asesinato no tendrán piedad”, dijo.
Alexander Duguin, un defensor de la invasión de Ucrania, podría haber sido el blanco intencional del ataque que mató a su hija de 29 años, según versiones de prensa.
En el funeral, los dolientes, muchos de ellos con flores, ofrecieron sus respetos a Duguina en un salón del centro Ostankino TV de Moscú, donde un retrato suyo en blanco y negro se colocó sobre su féretro abierto.
Duguin y su esposa, ambos vestidos de negro, se sentaron junto al ataúd de su hija.
“Ella murió por el pueblo, por Rusia, en el frente. El frente es aquí”, expresó Duguin al inicio de la ceremonia.
Los servicios de seguridad rusos acusan al servicio secreto ucranio de estar detrás del atentado, pero Ucrania niega cualquier implicación en la muerte de Duguina.
La autora del ataque terrorista
“Nuestro imperio”
“Entre las primeras palabras que le enseñamos de niño estaban, obviamente, ‘Rusia’, ‘nuestro poder’, ‘nuestro pueblo’, ‘nuestro imperio'”, dijo Duguin, conteniendo las lágrimas.
Duguina murió el sábado al estallar una bomba instalada en su vehículo mientras conducía en una autopista en las afueras de Moscú.
La poderosa agencia de seguridad del FSB de Rusia dijo el lunes que había resuelto el crimen –solo dos días después de que ocurrió– señalando a una mujer, Natalia Vovk, de los servicios secreto de Ucrania como la atacante de Duguina, luego de lo cual se fue Estonia con su hija.
De acuerdo con el FSB, Natalia Vovk había alquilado un apartamento en el edificio donde vivía Duguina y había ido el sábado a un festival cultural en el que también estaba presente la periodista y politóloga.
Duguin, de 60 años, se dio a conocer en los años 1990 en el caos intelectual que surgió tras la disolución de la Unión Soviética.
Había sido un disidente anticomunista en los últimos años de la Unión Soviética (URSS).
Putin nunca lo apoyó públicamente, pero el lunes el Kremlin divulgó un mensaje de pésame del presidente, en el cual denunció el “vil crimen” que mató a Duguina.
Duguina también era una figura mediática en televisiones pro-Kremlin, como Russia Today y Tsargrad.
Fuente: Agencias