Al cumplirse 500 días de la invasión rusa a Ucrania, el gobierno del presidente Vladimir Putin, afirmó que la decisión de Estados Unidos de entregar bombas de racimo a Ucrania es una muestra de “debilidad” y es otra provocación estadunidense que “acerca a la humanidad a una nueva guerra mundial.
“El envío de armas de fragmentación es un acto desesperado y una muestra de debilidad en el contexto del fracaso de la tan alardeada contraofensiva ucrania”, afirmó en un comunicado la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova.
La Casa Blanca confirmó ayer que suministrará a Kiev municiones de racimo, que formarán parte del nuevo paquete de aportación militar de 800 millones de dólares, ante una contraofensiva “que va más lenta de lo esperado”.
La diplomacia rusa denunció un “intento cínico de prolongar la agonía de las actuales autoridades ucranias sin preocuparse por las víctimas civiles” de estas bombas, que matan a ciegas, esparciendo pequeñas cargas explosivas, antes o después del impacto.
El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, sostuvo que la remesa es “otra provocación estadunidense que acerca a la humanidad a una nueva guerra mundial”.
El ministro ucranio de Defensa, Oleksii Reznikov, afirmó que las municiones ayudarán a desocupar el territorio de su país, pero prometió que no se utilizarían en Rusia.
Estas armas están prohibidas en varios países, en particular en los países europeos, signatarios de la Convención de Oslo de 2008, de la que ni Estados Unidos, ni Ucrania, ni Rusia son parte.
Su uso es muy controvertido porque suelen liberar un gran número de pequeñas bombetas que pueden matar indiscriminadamente en una amplia zona, y las que no explotan suponen un peligro durante décadas.
El primer ministro de Gran Bretaña, Rishi Sunak, señaló que el país continuará con su apoyo a Ucrania, pese a que recordó que su país “es signatario de la convención que prohíbe su uso” y por lo tanto desalienta que se empleen. “Seguiremos aportando a Ucrania (…) Como lo hemos hecho en el pasado, suministrando tanques de combate pesados y armas de largo alcance”, especificó Sunak citado por la cadena Sky News.
España y Canadá, firmantes de la convención, también indicaron que se oponen a la decisión.
Repatrian a comandantes del grupo neonazi Azov
Moscú acusó violación a los acuerdos de intercambio de prisioneros por el traslado de combatientes de la brigada Azov de Ankara a Kiev. En la imagen, el presidente ucranio (derecha) con cinco de los combatientes de la brigada Azov.
En tanto, el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, marcó este día con elogios a la “valentía” de sus soldados y la población, en un video grabado desde la isla de las Serpientes, en el mar Negro, lugar que se convirtió en un símbolo de la resistencia a la invasión rusa.
El mandatario regresó a Ucrania de su visita en Ankara con cinco ex comandantes de la acería Azovstal, ubicada en Mariupol, a pesar de que el intercambio de prisioneros del que fueron beneficiados el año pasado establecía que los combatientes debían permanecer en Turquía.
Zelensky negoció con el gobierno turco el regreso, entre los que está el comandante de la unidad Azov de la Guardia Nacional, Denis Prokopenko; su lugarteniente, Sviatoslav Palamar; el comandante de la brigada 36 de infantería de Marina, Serhii Volinski; el oficial de la Brigada Azov, Oleg Jomenko, y el comandante de la Brigada 12 de la Guardia Nacional, Denis Shlegu, informó la presidencia.
Zelenski se reunió con los cinco en el Aeropuerto Internacional de Estambul, donde los celebró.
“¡Los felicito! ¡Son nuestros héroes! Estoy muy contento de que hayan vuelto a nuestra patria. ¡Gloria a Ucrania!”, espetó.
El Kremlin fustigó la repatriación. “El regreso de los líderes de los ‘azovitas’ de Turquía a Ucrania no es más que una violación directa de los acuerdos”, afirmó el portavoz de la presidencia rusa, Dimitr Peskov. “Más aún, en este caso, los términos han sido incumplidos por Ucrania y Turquía”, añadió, y vinculó el regreso de los miembros del regimiento, formado sobre la base del batallón ultranacionalista del mismo nombre, al “fracaso de la contraofensiva”, pero también al deseo de Ankara de mostrar su “solidaridad” de cara a la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte que se celebrará en Vilna, Lituania, la próxima semana.
A última hora, Zelensky tuvo un acto público en Leópolis, donde se llevó a cabo una oración por el país invadido. “Por la victoria, por una paz justa, por el restablecimiento de la integridad territorial de nuestro país”, tuiteó. El mandatario nombró al coronel Alexandr Pivnenko nuevo comandante de la Guardia Nacional del país, informó el diario Strana.
(AFP, Reuters, Europa Press y Sputnik)