La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos decidió el lunes reconsiderar el sensible tema de la discriminación positiva para el ingreso a la universidad, lo que deja presagiar una importante decisión sobre el papel de la raza en la admisión a la enseñanza superior.
Por segunda vez en tres años, el máximo tribunal estadounidense examinará el recurso presentado por una joven blanca, Abigail Fisher, que denunció haber sido rechazada en la Universidad de Texas debido al color de su piel.
La Corte trató el tema por primera vez en octubre de 2012, pero se negó a expedirse sobre el fondo tras ocho meses de deliberaciones, y dejó que una Corte de Apelaciones de Texas lo examinara, al tiempo que sugirió que la decisión judicial de validar las cuotas raciales en el proceso de admisión en la universidad no había sido suficientemente argumentada.
Este lunes anunció que volverá a abordar el caso en el otoño. Entretanto, la Corte de Apelaciones del Circuito 5, al que pertenece Texas, confirmó el principio de la discriminación positiva en la enseñanza superior.
En julio último, el organismo había considerado que prohibir a la Universidad de Texas recurrir al criterio del origen étnico para determinar el ingreso a la universidad afectaría negativamente la diversidad.
“La decisión de la Corte Suprema de abordar (nuevamente) este caso sugiere que esto podría terminar en nuevas y fuertes limitaciones a la discriminación positiva en el proceso de admisión en la universidad”, estimó Ilya Somin, profesor de derecho en la George Mason University.
Es probable que “los cinco jueces más conservadores” de la Corte hayan decidido que no es la universidad la que tiene que tomar este tipo de decisiones.
Las organizaciones de defensa de los derechos civiles también parecen preocupadas, más aún luego que una juez progresista, de los cuatro magistrados de esa sensibilidad que integran la máxima instancia judicial del país, desistió de participar en el caso.
Wade Henderson, presidente de la Leadership Conference on Civil and Human Rights, estimó que la decisión de la Corte es “desconcertante”. Las universidades “necesitan tener a su disposición todas las herramientas que les permitan crear un ambiente de trabajo (…) propicio al éxito educativo del conjunto de los estudiantes”.
El tribunal de apelaciones del Distrito 5 había considerado que la demandante no había sido víctima de discriminación alguna en función de una política de cuotas destinada a favorecer a las minorías, sino que tenía notas “demasiado bajas” como para ser admitida en el centro de estudios.
Fuente: AFP