El gobierno de Estados Unidos, a través de diplomáticos y de funcionarios de alto nivel del aparato de seguridad, presionaron tanto al presidente español, el socialista Pedro Sánchez, como al conjunto de la Unión Europea (UE) no sólo para que rompieran relaciones diplomáticas con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sino para reconocer al presidente de la Asamblea Nacional (en desacato) Juan Guaidó como nuevo mandatario del país.
El diario español El País reveló que durante la operación dirigida desde Washington para derrocar al gobierno bolivariano se intentó convencer al gobierno español para que secundara su estrategia, al que convenció pero sólo parcialmente.
El rotativo español cita al menos tres reuniones concretas en las que el gobierno de Donald Trump intentó maniobrar para que la Unión Europea (UE) y sobre todo España rompiera relaciones con el gobierno de Maduro.
El diario explicó que “el pasado día 22, el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica (del gobierno español), Juan Pablo de La Iglesia, estaba de visita en Washington, donde se reunió con la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Kimberly Breier, y con responsables del Consejo de Seguridad Nacional. Los interlocutores del diplomático español le anunciaron que se avecinaban “acontecimientos importantes” en Venezuela, sin dar más detalles.
Horas antes de que Guiadó se proclamara presidente del país, a Madrid se le advirtió de esto en una llamada telefónica desde la Embajada de Estados Unidos en España, que dirige Duke Bucham III, un empresario que respaldó la campaña electoral de Trump y que tras su elección fue nombrado embajador para México y Andorra. Además ha sido una de las voces más entusiastas y enfervorecidas de la administración Trump para perpetrar el golpe de Estado contra Maduro. Incluso lo ha dejado patente por escrito, como en el artículo que publicó en el diario El Mundo el 31 de enero, en que advirtió que “nuestras sanciones del 28 de enero contra el sector petrolero venezolano son las últimas de una larga lista de acciones para evitar que Maduro y sus corruptos cómplices se enriquezcan a costa de la población venezolana que sufre. Nuestro objetivo es una transición sin violencia e inmediata”.
El País indicó además que el canciller español, Josep Borrell, recibió varias llamadas del gobierno estadunidense para que cejara en su intento de crear un grupo de mediación en la UE para intentar conciliar entre el Ejecutivo de Maduro y la oposición política. “Borrell abandonó precipitadamente una conferencia en Casa de América para atender una llamada de la Embajada estadunidense en Madrid (el embajador, Duke Buchan III, quería verlo) y hablar con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en el Foro de Davos (Suiza)”.
El diario añadió que “el jueves 24 de enero, Borrell se reunió con Buchan III quien le planteó dos demandas: que reconociera de inmediato a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela y que renunciara a mantener cualquier canal de diálogo con Maduro”.
La respuesta del gobierno español se dio desde dos frentes; por un lado la vocera del Ejecutivo, Isabel Celaá, que negó que hayan existido presiones, pero el canciller Borrell advirtió en un encuentro de ministros europeos en Bucarest que “España no está haciendo seguidismo de Estados Unidos en la crisis de Venezuela”. Aunque advirtió que vencido el plazo de ocho días que le exigió el presidente Sánchez a Maduro para convocar elecciones, reconocerán a Guiadó como “presidente interino de la República”.
En tanto, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, fustigó este viernes la falta de “valor” de algunos países de la Unión Europea que se niegan, según él, a “defender la democracia en Venezuela”; y criticó al gobierno de Italia por no haber reconocido aún a Guaidó como presidente interino del país petrolero.
Este viernes Italia reiteró su postura en un comunicado: “Italia, de acuerdo con la Declaración adoptada el 26 de enero por la Alta Representante de la UE en nombre de los 28 países miembros, reafirma su mayor preocupación por los últimos acontecimientos en Venezuela”, dice el comunicado, que agrega que “Italia nunca ha reconocido las elecciones presidenciales celebradas en mayo de 2018 y reitera la necesidad de celebrar nuevas elecciones presidenciales lo antes posible”.
En tanto, la ministra del Exterior de Austria, Karin Kneissel, insistió en que su país rechaza reconocer a Guaidó como gobernante venezolano porque su país , por cuestiones legales y de principio, “no reconoce gobiernos sin estados”.
Rusia, aúnque no es parte de la UE, insistió este viernes en su defensa del gobierno de Maduro y acusó a Estados Unidos de hacer “sus máximos esfuerzos para destruir el orden constitucional y cambiar el Gobierno de Venezuela” en palabras de la portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
“Vemos…los esfuerzos de Washington y la Admininstración (estadunidense) enfocados al máximo en el cambio de orden constitucional” en Venezuela, dijo la diplomática a la cadena televisiva Rossiya 1.
Según Zajárova, en caso de que en Venezuela comience una guerra civil, el gobierno estadonidense tendrá que explicar a su pueblo y los pueblos de América Latina “a dónde irán los venezolanos”.
Fuente: La Jornada