El Ministro del Departamento de Justicia, Jeff Sessions, criticó el jueves al exdirector del FBI James B. Comey por sus acciones realizadas durante la investigación sobre el caso de los correos electrónicos de Hillary Clinton, y descubrió que altos funcionarios mostraron “disposición para tomar medidas oficiales” para evitar que Donald Trump se convierta en presidente.
El informe de 500 páginas documenta el uso del correo electrónico de Hillary Clinton en un servidor personal y no del gobierno durante sus funciones como secretaria de Estado.
Uno de los capítulos del informe muestra un intercambio de mensajes electrónicos entre Peter Strozok, investigador del FBI, con la abogada Lisa Page. “Nunca va a convertirse en presidente, ¿verdad?”, pregunta Page a Strzok. Su respuesta fue contundente: “No, no lo hará, lo detendremos”, responde el agente del FBI.
Esto fue lo que encontró el fiscal general sobre pruebas sobre la existencia de un sesgo político dentro del FBI a favor de Clinton. El informe citó numerosos casos de falta de profesionalismo, prejuicios y juicios erróneos que perjudicaron la credibilidad de la oficina de la agencia de investigación. En particular, el informe destacó al agente, Peter Strzok, mostrando un sesgo anti-Trump.
El informe es una reprimenda contra Comey, que ha pasado los últimos meses en una gira promocionando la publicación de su libro. El inspector general Michael Horowitz acusó a Comey de insubordinación, diciendo que había eludido las prácticas del Departamento de Justicia cuando decidió que sólo él tenía autoridad y credibilidad para tomar decisiones clave para hablar en nombre del Departamento de Justicia.
Comey cometió un “grave error de juicio” al enviar una carta al Congreso el 28 de octubre del 2016, anunciando que reabría la investigación sobre el uso del servidor privado de Clinton mientras era secretaria de Estado, y calificó como “extraordinario” que Comey evaluara que era mejor “que él no hablara directamente con el fiscal general ni con el vice fiscal general acerca de su investigación”.
Según el informe, algunos altos funcionarios del FBI mostraron una inquietante “disposición a emprender acciones oficiales” para reducir las posibilidades de Trump de convertirse en presidente.
La correspondencia entre los dos empleados, ya mencionada anteriormente, ha sido calificada por Trump y sus aliados como prueba del sesgo político en su contra, que existe, según él, tanto en la investigación de su campaña electoral de 2016 como entre los altos cargos del Gobierno federal.
En una entrevista publicada en The Wall Street Journal en enero pasado, Trump describió los mensajes como un “acto de traición”.
Fuente: El Economista