El diputado Juan Guaidó viajó en secreto a EE.UU., Colombia y Brasil para conversar sobre una estrategia opositora contra el Gobierno de Maduro, sostienen fuentes consultadas por la agencia de noticias AP.
La coalición de países latinoamericanos que junto a Washington reconocieron inmediatamente al diputado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela se consolidó durante semanas de diálogos secretos que incluyeron mensajes cifrados y una gira del dirigente opositor por el extranjero, revela AP citando a varias fuentes involucradas en las conversaciones.
Según Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas prófugo de la Justicia venezolana, Guaidó viajó discretamente a mediados de diciembre a EE.UU., Colombia y Brasil para informar de la estrategia de la oposición de organizar manifestaciones masivas coincidiendo con la juramentación presidencial de Nicolás Maduro el 10 de enero. Para no atraer la atención de funcionarios migratorios, el diputado salió de Venezuela por tierra hacia Colombia, confirmó otro dirigente opositor anónimo.
Las fuentes señalan que construir un consenso entre la fragmentada coalición antigubernamental venezolana no fue una tarea fácil. El líder opositor consultado por AP relató que se utilizaron, entre otras cosas, largas sesiones de mensajes de texto cifrados, mientras que un funcionario estadounidense anónimo añadió que también se emplearon intermediarios para enviar mensajes al opositor Leopoldo López, mentor político de Guaidó.
Por su parte, un diplomático latinoamericano del Grupo de Lima indicó que, aunque durante su reunión en Bogotá Guaidó reveló su plan de autoproclamarse presidente interino durante una manifestación el 23 de enero, el suspenso duró hasta horas antes de la juramentación.
“Trump personalmente ha desatado buena parte de esto”
Las fuentes de AP sostienen también que el apoyo de la Administración Trump fue clave en la decisión de muchos países latinoamericanos de confrontar directamente al Gobierno bolivariano.
Así, un momento decisivo fueron unas declaraciones del presidente estadounidense en agosto de 2017, cuando no descartó una opción militar para Venezuela. En las semanas siguientes, el inquilino de la Casa Blanca criticó duramente a Maduro en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como cuestionó a asesores y a algunos líderes latinoamericanos sobre una eventual invasión militar del país sudamericano, lo que convenció a los dirigentes de la región de que Trump, a diferencia de gobiernos anteriores, estaba dispuesto a actuar, señaló Fernando Cutz, exasesor sénior de seguridad nacional para los presidentes Barack Obama y Trump.
“Trump personalmente ha desatado buena parte de esto”, aseguró Cutz, detallando que “en cada conversación que ha tenido con líderes de América Latina desde que asumió la Presidencia, menciona a Venezuela”, algo que “ha movido muchas opiniones”.
El 4 de enero, un día antes de que Guaidó asumiera la Presidencia de la Asamblea Nacional en desacato, los cancilleres de trece países del Grupo de Lima anunciaron que no reconocerían el segundo mandato de Maduro, lo que puso a la Casa Blanca a correr para no quedarse atrás, señaló a la agencia un exfuncionario y miembro del Congreso de EE.UU. que estaba en estrecho contacto con el Consejo de Seguridad Nacional.
Otro protagonista clave fue Canadá, cuya canciller Chrystia Freeland habló con Guaidó la noche antes del juramento de Maduro para ofrecerle el apoyo de su Gobierno si se enfrentaba al líder socialista, aseguró un funcionario canadiense. Otros países que estuvieron muy activos, según AP, fueron Perú, Brasil y Colombia.
Fuente: AP/ RT