Cientos de páginas de archivos secretos de iglesias publicadas hoy pusieron de manifiesto las penosas trayectorias de decenas de sacerdotes de órdenes religiosas, hermanos religiosos y monjas acusados de abuso sexual de menores de edad cuando trabajaban en la arquidiócesis católica romana más grande del país.
Los archivos incluyen el caso de un sacerdote que admitió posteriormente haber tenido contacto sexual con más de 100 muchachos mientras prestó servicios durante años en varias parroquias del sur de California.
Los documentos, divulgados bajo los términos de un arreglo por 660 millones de dólares alcanzado en 2007, son el primer atisbo sobre lo que sabían las órdenes religiosas sobre los comisionados que colocaban en escuelas y parroquias católicas en el área de Los Ángeles. La arquidiócesis misma liberó por orden judicial este año miles de páginas sobre sus propios sacerdotes que fueron acusados de abuso sexual, pero el panorama de la pederastia en Los Ángeles seguía siendo incompleto sin los archivos de las órdenes religiosas.
Los archivos cubren cinco órdenes religiosas diferentes que emplearon 10 sacerdotes o hermanos religiosos y dos monjas que fueron acusados en demandas civiles de abusar de niños cuando trabajaban dentro de la arquidiócesis de Los Ángeles. Entre ellos, los acusados tuvieron 21 presuntas víctimas de quienes abusaron presuntamente entre las décadas de 1950 y 1980.
Los archivos incluyen más de 500 páginas sobre un sacerdote llamado Rubén Martínez, quien perteneció a una congregación religiosa llamada Misioneros Oblatos de María Inmaculada, una organización católica de casi 200 años de existencia con raíces en Francia. La arquidiócesis de Los Ángeles llegó a ocho arreglos en demandas sobre las acciones de Martínez en 2007, pero tenía poca documentación sobre él en sus propios archivos a pesar de que el sacerdote trabajó en sus parroquias durante años en las décadas de 1970 y 1980.
Para quienes argumentan haber sufrido abuso por parte de Martínez, los documentos proporcionan validación y revelan los años de esfuerzo que dedicó su congregación tratando de curarlo de su pederastia, pagando su terapia durante décadas. Martínez además marchó en un desfile de homosexuales cuando era sacerdote y se inscribió en un programa de asesoramiento a personas con obsesiones sexuales.
Algunos de los otros archivos revelados el miércoles, incluidos los de las monjas, no mencionan para nada abuso sexual, y otros parecen tener enormes desfase en tiempo y faltan documentos.
Se espera la difusión de varias decenas de archivos más en los próximos meses.
Fuente: AP