Unos 200 internos fueron trasladados durante la madrugada del viernes del reclusorio del Topo Chico a otros penales del país, informaron autoridades penitenciarias de Nuevo León.
Después de una riña que derivó en la muerte de 49 reclusos, elementos de la Policía Federal ingresaron al inmueble para tomar el control.
Por la noche del jueves, los agentes efectuaron un cateo en el que aseguraron puntillas y objetos contundentes, y alinearon en los patios a algunos de los casi 3 mil 800 internos del sobrepoblado inmueble, ubicado al norte de la zona metropolitana de esta capital.
Por la madrugada, los internos subieron a varios autobuses para ser trasladados a alguno de los aeropuertos de la localidad y ser enviados a otros centros de readaptación social de México. Trascendió que serían reubicados en penales de Hermosillo, Guanajuato y Juárez.
Decenas de personas permanecieron en vigilia, en el exterior de la penitenciaría. Algunas durmieron en la banqueta, enredadas en colchas.
Cuando las unidades, custodiadas por elementos federales, salieron del penal, un grupo de mujeres quiso detenerlas, atravesándose al paso, pero fueron contenidas por uniformados estatales de Fuerza Civil, que respaldaron el operativo.
También, durante minutos, bloquearon la avenida Aztlán, frente al penal, para impedir el paso del convoy, pero fueron retiradas.
En el exterior de la cárcel fueron colocadas listas con los nombres de los presos que serían trasladados. Entre los internos transferidos había 30 mujeres.
El gobernador Jaime Rodríguez Calderón dijo el jueves por la noche que antes de la tragedia ya había acordado, con el gobierno federal, el traslado de centenares de reos para reducir la población de los tres penales de la entidad, el Topo Chico, Apodaca, y Cadereyta, donde purgan condenas unos 8 mil reos.
Los dos primeros registran sobrepoblación, dijo, El Bronco, por lo que urge clausurar el del sitio de la tragedia, con más de 70 años de antigüedad, y reactivar la construcción de la penitenciaría en Mina, abandonada desde hace años.
Acusa a Televisa de desestabilizar
El jueves por la noche El Noticiero nacional de Televisa dedicó casi 25 minutos a la cobertura del homicidio múltiple en el Topo Chico.
En ausencia del titular, Joaquín López Dóriga, el encargado de la edición fue el conductor regiomontano Gregorio Martínez, quien ha tenido un público desencuentro con Jaime Rodríguez Calderón desde que era candidato a la gubernatura de Nuevo León.
Martínez criticó con dureza a El Bronco, a quien acusó de haber demorado casi 9 horas en presentar un primer informe luego de los trágicos acontecimientos. En el espacio de Televisa fueron entrevistados a múltiples personalidades que reprocharon al nuevoleonés su desatención a los problemas del estado.
Luego de la edición, en su cuenta de Facebook, Rodríguez publicó un video de 4 minutos en el que respondió al conductor, acusándolo a él y a Televisa de desestabilizar el estado.
“Estoy escuchando todas la mentiras que Goyo Martínez, como siempre hace. Él está mintiendo en muchas de las cosas. Yo hice una rueda de prensa en la mañana y expliqué claramente. Este reportero no sé qué coraje tenga con los ciudadanos nuevoleoneses”, dijo El Bronco.
Fuente: Proceso