Casi 300 personas han sido detenidas este domingo por la policía hongkonesa cuando se manifestaban contra la postergación de las elecciones legislativas.
Esta consulta debía realizarse este domingo para renovar el Consejo Legislativo (Legco, el Parlamento), una de las pocas votaciones que se realizan en la ex colonia británica.
La jefa del ejecutivo local, Carrie Lam, designada por China, había anunciado el 31 de julio la postergación por un año de estas elecciones a causa de la pandemia del coronavirus, provocando la ira de la oposición, que deseaba expresar su rechazo al gobierno.
Centenares de policías antidisturbios fueron desplegados este domingo en el barrio de Kowloon para frustrar las protestas convocadas por Internet. Durante la tarde, la policía fue abucheada por manifestantes, que gritaban “¡Devuélvanme mi voto!” y “¡Policías corruptos!”, en tanto los agentes de seguridad realizaban numerosos arrestos, registros y ordenaban dispersarse a la muchedumbre.
Por su parte, este domingo de noche, el gobierno hongkonés condenó “los actos ilegales y egoístas” de los manifestantes. “Actualmente, la prioridad para Hong Kong es unirse y luchar todos juntos contra el coronavirus…”, señaló un portavoz gubernamental.
China ha lanzado una amplia represión radical contra la disidencia hongkonesa después de siete meses consecutivos, el año pasado, de protestas gigantescas, y a menudo, violentas, que sacudieron al importante centro financiero. Las reuniones han sido prácticamente prohibidas para este año, y las autoridades señalaron inquietud por la seguridad y medidas para combatir al covid-19.
Desde la entrada en vigencia de esta nueva ley draconiana, a fines de junio, al menos 22 personas, incluido el magnate de la prensa, Jimmy Lai, y la famosa activista Agnes Chow, han sido rrestadas. El viernes, relatores especiales de la ONU advirtieron que esta polémica ley supone un riesgo para las libertades y el derecho a manifestarse en la ex colonia británica.
Las autoridades hongkonesas afirman que esta nueva legislación no ha afectado las libertades de expresión y de reunión garantizadas por el principio de “Un país, dos sistemas”, establecido durante la retrocesión, en 1997. Muchos activistas pro-democracia denuncian por su parte un texto de ley liberticida.
Fuente: AFP