Decenas de miles de personas han salido a protestar en toda Francia, y la Policía ha detenido de momento a mil 400 activistas y recurrido al uso de gas acrimógeno y cañones de agua..
En París, donde estallaron enfrentamientos, se cuentan 651 detenidos, según la prefectura de policía. Además, se contabilizan “55 heridos en París, entre ellos tres oficiales de policía”, informó la cadena BFMTV.
En París entraron en acción por primera vez en la historia de la ciudad los vehículos blindados de la gendarmería para apagar barricadas, en la cuarta jornada de manifestaciones de los chalecos amarillos, llamados así por las prendas fluorescentes que visten.
Esta ola de manifestaciones comenzó el 17 de noviembre en oposición a un aumento de los impuestos a los combustibles. El presidente Emmanuel Macron cedió anulando la medida, que formaba parte de un plan para combatir el cambio climático, y congeló los precios del gas y la electricidad durante los próximos meses.
No bastó para aplacar la ira de los chalecos amarillos, un movimiento heterogéneo y sin líder, que ahora reclaman al gobierno que baje los impuestos y suba el salario mínimo y las jubilaciones.
Este sábado por la noche, el primer ministro, Edouard Philippe, intentó rebajar la tensión y prometió que el presidente Macron “hablará y propondrá medidas para nutrir el diálogo”. “Hay que tejer de nuevo la unidad nacional”, añadió en una breve declaración retransmitida por televisión.
Muchos de los chalecos amarillos se manifiestan sin violencia. Los más radicalizados y sobre todo miembros de grupos de extrema derecha y extrema izquierda irrumpen en las protestas y se enfrentan a la policía.
En la zona de los Campos Elíseos, los manifestantes intentaron prender fuego a la fachada de un centro comercial de lujo, quemaron coches y lanzaron proyectiles a las fuerzas de seguridad. En algunos lugares se elevaban humaredas negras.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, deploró las “escenas de caos” y los “daños inconmensurables” en esta nueva jornada de protestas. “¡Es inimaginable que revivamos esto!”, clamó en un tuit.
Los disturbios se extendieron a otros lugares turísticos o céntricos de la capital, pese a un despliegue de seguridad imponente, con 8 mil policías, de los casi 90 mil movilizados en todo el país.
La Torre Eiffel, el museo del Louvre y numerosas tiendas estuvieron cerrados y protegidos con tablas de madera, algo insólito en el periodo prenavideño.
Es un viaje “inolvidable”, comenta con una pizca de ironía Carmela Forte, una turista neoyorkina, a quien su esposo la sorprendió con un viaje a París por su cumpleaños.
En toda Francia se manifestaron a lo largo del día 125 mil personas, declaró el ministro del Interior, Christophe Castaner. “Hubo mil 385 arrestos (…) y esta cifra va a aumentar. Hubo 975 detenciones preventivas” y habrá más, declaró.
Algunos de los detenidos llevaban consigo máscaras, martillos o adoquines, según el secretario de Estado del Interior, Laurent Núñez.
Las protestas del movimiento ‘chalecos amarillos’ comenzaron el 17 de noviembre, provocadas originalmente por el aumento planificado del impuesto sobre el combustible. Sin embargo, pese a que el Gobierno de Emmanuel Macron anuló ese aumento de impuestos, las protestas se han convertido en un movimiento más amplio en contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas.
Fuente: RT/ Agencias