El peligroso asaltabancos se encontraba recluido en el Centro Federal de Readaptación Social número 13, de Oaxaca
Por complicaciones derivadas de una infección en la sangre, el pasado 4 de diciembre falleció en la ciudad de Oaxaca quien fuera considerado “el enemigo público número 1” para las autoridades mexicanas, Alfredo Ríos Galeana.
Al momento de su muerte, el asaltabancos se encontraba recluido en el Centro Federal de Readaptación Social número 13, CPS-Oaxaca, ubicado en el poblado de Miahuatlán de Porfirio Díaz.
Fuentes del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), confirmaron que quien fuera conocido con los alias de “El Charro del Misterio” o “El Feyo”, falleció en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la capital oaxaqueña.
La muerte de Ríos Galeana ocurrió a consecuencia de una sepsis o infección en la sangre, que lo mantuvo internado por varios días, hasta su deceso.
Quien fuera el asaltabancos más peligroso de México, en la década de los años 80, fue detenido el 12 de julio de 2005 en South Gate, California, en Estados Unidos.
Ríos Galeana había permanecido casi 20 años prófugo de las autoridades mexicanas, luego de que, en un operativo de rescate en el que participaron más de diez personas, logró fugarse del Reclusorio Sur.
Sobre las versiones de su recaptura, en 2005, se indicó en ese momento que una de sus vecinas logró identificarlo y lo reportó a las autoridades.
La otra versión indicó que, con el nombre de Arturo Montoya había hecho vida en California, y el día que fue a renovar su licencia de manejo, el sistema del Departamento de Tránsito logró identificar su verdadera identidad, a través de sus huellas dactilares.
Servicio público
Ríos Galeana logró ingresar al Ejército Mexicano, en donde formó parte de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, en donde alcanzó el grado de sargento segundo, a la edad de 18 años, hasta que desertó.
En 1978 ingresó, en el Estado de México, al Batallón de Radio Patrullas de esa entidad (Banapem), agrupación dedicada a la vigilancia de sucursales bancarias.
Tras dejar la corporación, organizó una de las bandas más peligrosas dedicada al asalto a bancos, lo que le dio el grado de “enemigo público número 1 de México”.
Una de sus pasiones fue cantar música ranchera, por lo que se creó el personaje de “El Charro del Misterio”, un enmascarado que se presentó en centros nocturnos e incluso en la televisión.
Fuente: Excélsior