Decenas de muertos –unos 40, algunos de ellos inocentes– habría sido el saldo de la fallida captura del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho en Villa de Purificación, el pasado 1 de mayo, según testimonios de familiares de las víctimas y el abogado de los afectados.
De acuerdo con testimonios de familiares de desaparecidos y del litigante Javier Díaz, decenas de cuerpos en descomposición fueron recuperados hace apenas unos días de Villa Purificación, restos que pertenecerían a personas que se dedicaban a las labores del campo o trabajaban en una mina o en un aserradero de la región –presumiblemente clandestinos–, y quienes eran totalmente ajenos a los enfrentamientos entre militares y sujetos ligados al crimen organizado.
Un grupo de mujeres habitantes de diferentes poblaciones costeras cercanas a Villa Purificación, e incluso del vecino estado de Colima, denunciaron la desaparición de esposos o hijos luego del enfrentamiento entre fuerzas militares y del CJNG, acciones que derivaron en la muerte de ocho militares y una agente de la PF, aparte del derribo del helicóptero Cougar EC725 de las Fuerzas Armadas.
El embate del narco también incluyó unos 55 bloqueos carreteros en todo el estado y algunos más en Guanajuato, Michoacán y Colima, así como de incendios de sucursales bancarias, gasolineras y otros negocios.
El abogado Javier Díaz, aseguró a Apro que los quejosos contrataron su despacho ante la desesperación por tratar de saber si sus familiares se encuentran encarcelados, detenidos o muertos.
El defensor manifestó que hasta la fecha ninguna autoridad, ni federal ni local, ha informado a los inconformes sobre sus desaparecidos, y por ello se vieron en la necesidad de promover el amparo 666/2015 ante el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal para demandar datos sobre los cadáveres trasladados de Villa Purificación a los servicios forenses de Autlán y El Grullo, primero, y posteriormente traídos a esta capital, presumiblemente mantenidos por más de 15 días expuestos a la intemperie o en poder de militares.
“Por investigaciones propias y de la misma gente de Villa Vieja, en Villa Purificación, y que corresponde a la zona donde cayó el helicóptero de los militares, se pudo saber que los cuerpos estuvieron expuestos por más de 15 días a la intemperie.
“Las familias interpusieron un amparo ante la negativa de entregar cuerpos o de ofrecer información, luego de que de manera sospechosa se trasladaron esos cuerpos al Servicio Médico Forense de Guadalajara”.
Aclaró que el traslado de cadáveres de Villa Purificación al Semefo de Guadalajara ocurre cuando los cuerpos de los fallecidos exhiben un avanzado estado de descomposición.
Es por esa razón, abundó, que ahora se requiere realizar pruebas de ADN para tratar de reconocer la identidad de los fallecidos, según información proporcionada a sus clientes por parte de un funcionario identificado sólo como “doctor Mota”, y quien se identificó ante los afectados como coordinador del Semefo.
Javier Díaz señaló que, a raíz de esa situación y ante la falta de información, los quejosos ya denunciaron los hechos ante la CNDH, a través de la presentación de una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Este martes, La Crónica Jalisco publicó el testimonio de una mujer a la que sólo identifica como Adriana, madre de tres niños y esposa de Margarito Capetillo, quien relata que su pareja la llamó por teléfono el Día del Niño desde el aserradero de Villa Vieja –lugar donde el narco derribó el helicóptero militar– para felicitar a sus hijos.
“Me llaman al día siguiente que pasa esa balacera, y me dijeron que fuera a Villa Purificación para preguntar por mi marido porque lo habían detenido. Ellos habían agarrado a mucha gente lesionada, tenían resguardado todo y la gente de ahí nos dice que había muertos apilados, revueltos con gente herida.
“Ya fuimos a Autlán y El Grullo, y ahí nos dijeron que los trajeron para acá, que era como 40 cuerpos”, detalló la mujer.
La fallida captura de El Mencho en el arranque de la Operación Jalisco careció del apoyo de fuerzas de tierra que, de acuerdo con información publicada en la edición 2011 de Proceso, actualmente en circulación, coordinaba el general José Luis Sánchez León, responsable del Estado Mayor de la V Región Militar, con sede en Zapopan.
Sánchez León estaba a cargo del batallón de infantería que estuvo involucrado en la matanza de Tlatlaya, según la misma nota de Jorge Carrasco.
En tanto, en Villa Purificación se ha reforzado la vigilancia en carreteras y caminos rurales, donde al menos tres campamentos y retenes de soldados impiden el acceso al lugar del enfrentamiento la mañana del Día del Trabajo.
En esa zona, a 260 kilómetros de Guadalajara, se escucha con regularidad el sobrevuelo de helicópteros y también se ha redoblado la revisión de autos y personas.
La semana pasada fueron desarmados los policías municipales de Villa Purificación y otro tanto ocurrió en Unión de Tula, a 150 kilómetros de esta capital sobre la carretera 80.
Fuente: Proceso