Aldo Fasci Zuazua, quien se desempeñaba como dirigente del PRI en Monterrey, renunció ayer al partido tras 24 años de militancia y denunció que el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz se adueñó del instituto político al imponer a los candidatos para la próxima elección.
El periódico El Norte informa que Fasci envió una carta a la dirigencia estatal tricolor en la que expresa:
“Me duele y mucho el trato político que se le ha dado a miles de compañeros que han trabajado por el partido, que se han roto el lomo por él y que ni siquiera son tomados en cuenta en el proyecto electoral del PRI. Duele escuchar la molestia de cuadros distinguidos, sectores y organizaciones que han sido maltratados políticamente con poses autoritarias y soberbias por parte del partido”.
Para este proceso electoral, a Fasci Zuazua se le mencionaba como posible candidato a la alcaldía de Monterrey, posición que fue otorgada al exprocurador estatal Adrián de la Garza Santos, quien es uno de los hombres más cercanos a Medina.
En su renuncia, Fasci expresó su inconformidad con la forma en que se le ha permitido al gobernador designar prácticamente todas las posiciones importantes del partido, pues incluso Ivonne Álvarez, la abanderada para la gubernatura, fue impulsada por él.
“No estoy de acuerdo, ni lo estaré con el hecho de que una sola persona, Rodrigo Medina, esté imponiendo a todos los candidatos del partido y menos que esté jugando en ese ejercicio con la equidad de género, otorgándoles a las mujeres distritos históricamente perdidos. Rodrigo Medina será el primer priista en el Estado, pero no es el dueño del partido, ni tiene derecho a imponer su voluntad sobre los demás”, expresó.
Cuestiona la manera en que Medina de la Cruz colocó en las posiciones importantes en funcionarios afines, con lo que tuvo que renovar prácticamente todo su gabinete.
“¿Con qué cara podemos criticar el chapulineo? ¿Con qué argumentos podemos exigir que no se use el aparato de gobierno en favor de los candidatos? Ni la soberbia, la opacidad, la incongruencia, como tampoco las decisiones autoritarias y cupulares ayudan al partido, ni al gobierno y mucho menos a Ivonne Álvarez”, remata.
Fuente: Proceso