Desdémona, en el Otelo de Verdi, es uno de los papeles que han hecho a Renée Fleming famosa en todo el mundo. Está en la Ópera Metropolitana de Nueva York, el templo de la ópera y uno de los lugares emblemáticos de la intensa vida cultural de la ciudad.
Para Renée, Desdémona, una gran aficionada de la cultura, no hay otro lugar como la Gran Manzana:
“Todos necesitamos un tiempo de ocio, y cuando lo tengo, la cultura me apasiona, voy al teatro… La pasada noche fue la inauguración de la temporada en el Carnegie Hall. Estuve también en la de la Ópera Metropolitana, es un privilegio estar en una ciudad que tiene tanto que ofrecer. Estoy orgullosa de ser una New Yorker. Me encanta todo lo que tiene que ofrecer. La belleza de Nueva York está en que todo está abierto toda la noche, y no tienes que conducir, te metes en un taxi, y se pueden hacer muchas cosas andando, es una forma de vida sana”.
Mujer moderna, independiente y lúcida, Renée Fleming propone una interpretación actual de esta ópera:
“Creo que las mujeres contemporáneas la verían como una víctima de violencia de género. Ahora tenemos una etiqueta para esto, ponerle un nombre es el primer paso para acabar con ello. Cuando empecé a cantar nunca hubiera relacionado estas dos cosas. Y entonces me llegó de repente, una de las últimas veces que la canté, pensé: ‘está más que claro: violencia de género’”.
Desdémona es su papel fetiche, una interpretación que no ha sido fácil ni siquiera para una soprano consagrada como ella.
“Cuando vi la ópera por primera vez, pensé: ‘esta pobre criatura, lo que pasa es que no es muy inteligente’. Lo quiere demasiado, su amor por Otelo es tan fuerte, y el dueto del Primer Acto es uno de los más gloriosos de la ópera… que ella nunca cuestiona sus sentimientos. Ella probablemente vivió entre algodones, y no está curtida como una mujer con mucha más experiencia en las relaciones con los hombres. Es su perdición: el sentido de confianza”.
Fuente: euronews