Ashraf Ghani fue relecto presidente de Afganistán, de acuerdo a los resultados finales de las elecciones del 28 de septiembre, dados a conocer este martes por la Comisión electoral de este país, aunque su opositor volvió a desconocer el recuento.
“La Comisión electoral (…) declara que Ashraf Ghani, quien obtuvo el 50.64% de los votos, es el presidente de Afganistán”, señaló en una conferencia de prensa en Kabul la jefa de esta instancia, Hawa Alam Nuristani.
El escrutinio de los resultados se retrasó casi cinco meses a causa de las acusaciones de manipulación de votos por parte del principal rival de Ghani, Abdulá Abdulá, lo que forzó un nuevo recuento.
Abdulá logró el 39.52% de los votos, según este conteo definitivo.
“Que Dios le ayude en la tarea de servir al pueblo de Afganistán. Y también ruego para que la paz vuelva a nuestro país”, dijo en la rueda de prensa la jefa de la Comisión electoral.
El equipo electoral de Abdulá rechazó rápidamente el recuento.
“Los resultados anunciados por la Comisión no tienen legitimidad” declaró el portavoz de campaña dde Abdulá, Faraidoon Khwazoon, a la AFP poco después del anuncio.
Al ser preguntado sobre la estrategia que seguirá su jefe, el portavoz indicó que había “muchas opciones” y que “se mantendrá firme contra la injusticia”.
Abdulá ya perdió contra Ghani en 2014, en una elección muy contestada que lanzó a sus seguidores a las calles, hasta que Estados Unidos forzó una repartición del poder entre los dos rivales.
El actual vicepresidente del país, Abdul Rashid Dostum, un poderoso líder militar uzbeko, aliado de Abdulá, también amenazó con formar un gobierno paralelo si se anuncian resultados fraudulentos.
Estados Unidos se encuentra inmerso en las negociaciones con los talibanes para sacar a sus tropas de Afganistán tras casi 20 años de presencia en ese país, la guerra más larga que ha afrontado Washington en su historia.
El enviado especial para las conversaciones de paz del presidente Donald Trump, Zalmay Khalilzad, declaró el lunes que era “cautamente optimista” sobre el tramo final de esas conversaciones.
Ghani debería en principio sentarse en la siguiente etapa de las negociaciones frente a los talibanes, en la delicada etapa para garantizar la estabilidad del país.
Para el analista Atta Noori, la elección de Ghani “es un paso adelante” en el proceso negociador. “Un gobierno tambaleante no estaba en condiciones de hablar con los talibanes”, explicó.
“Los próximos acontecimientos son más importantes que las quejas de fraude de Abdulá”, añadió.
Los talibanes, las fuerzas de seguridad afganas y Estados Unidos deben abrir una etapa de “reducción de la violencia” de siete días, anunciaron responsables la semana pasada. Pero esa etapa aún no se ha iniciado.
Fuente: AFP