España y Reino Unido volvieron a chocar hoy por el enclave británico de Gibraltar, en el sur de la Península Ibérica, que parece haberse transformado en arma de negociación para Madrid y la Unión Europea (UE) en pleno Brexit.
Con respecto a Gibraltar, “la tradicional flema británica brilla un poco por su ausencia”, afirmó en la jornada el jefe de la diplomacia española, Alfonso Dastis, durante una conferencia en Madrid.
De esa manera, Dastis reaccionaba a declaraciones de un exlíder conservador británico, Michael Howard, quien comparó la disputa hispano-británica por Gibraltar con la Guerra de las Malvinas contra Argentina.
Desde el viernes ha ido subiendo el tono sobre el futuro del pequeño enclave con 32 mil habitantes, cedido por España a Reino Unido en 1713, pero reivindicado por el reino español desde hace décadas.
Las tensiones se avivaron tras presentarse un documento de trabajo europeo sobre las directrices para las futuras negociaciones con Londres por el Brexit.
El documento incluye un apartado sobre Gibraltar, que prevé que todo acuerdo entre la UE y Reino Unido no se aplicará a este territorio a menos que haya un acuerdo entre Reino Unido y España.
“Fue introducido a pedido de (el presidente español) Mariano Rajoy”, según una fuente europea.
Colonia
De esta manera, Madrid, que seguirá siendo miembro de la UE, podrá imponer sus criterios sobre Gibraltar frente al Reino Unido, que ya habrá abandonado el bloque de 27.
En esencia, Madrid estima que Gibraltar no debe ser parte de las negociaciones, en tanto el Peñón no formaría parte de Reino Unido.
La ONU lo define como “un territorio no autónomo administrado por el Reino Unido”, bajo el derecho aplicable “a los países y pueblos coloniales”.
Un argumento del derecho internacional que ha sido útil a la estrategia esbozada por España desde 2016, tras anunciarse el Brexit.
El ministro de Asuntos Exteriores de la época, José Manuel García-Margallo, afirmó entonces que la salida del Reino Unido ofrecía una “oportunidad” a España para volver a colocar el tema de Gibraltar sobre el tapete.
Así, propuso una “cosoberanía” sobre el Peñón, lo que permitiría a los gibraltareños seguir siendo ciudadanos de la UE, pese a que esa oferta ya fue rechazada por la población, consultada en 2002.
España ya presionó a este pequeño territorio cerrando su frontera terrestre, como se hizo en tiempos de la de dictadura de Francisco Franco (1939-1975), o en momentos de alta tensión.
De esa manera, obligaría al enclave a depender de un puente aéreo y de suministros vía marítima para aprovisionarse.
Podría también exigir contrapartidas para mantener un intercambio fluido con el territorio.
El documento revelado el viernes causó la irritación del jefe del gobierno gibraltareño, Fabian Picardo, quien denunció el “vergonzoso intento de España de manipular al Consejo Europeo para sus propios intereses políticos”.
La primera ministra británica, Theresa May, respaldó a Gibraltar, cuya soberanía Londres no cederá “nunca” sin el acuerdo de los gibraltareños, garantizó.
El ministro Dastis pareció intentar calmar los ánimos este lunes, al asegurar que Madrid no desea “dificultar las relaciones que hay con el Reino Unido y con la población de Gibraltar”.
Tampoco estaría en el interés de España, continuó, ya que 10 mil de sus ciudadanos entran diariamente a trabajar en el enclave.
Dastis no mencionó su cena del domingo en Madrid con el ministro británico a cargo del Brexit, David Davis.
A la defensiva
Una fuente diplomática española explicó que durante el encuentro reiteró el deseo de defender a los españoles que “trabajan en Reino Unido”, y los británicos que se encuentran en otros países de Europa.
En España es donde su número es mayor, oficialmente 300 mil británicos, que quisieran conservar su cobertura de salud y su pensión de retiro, mientras al menos 102 mil británicos en edad de trabajar viven en el Reino Unido.
El Brexit “ha puesto a Reino Unido a la defensiva y le recuerda que cuando se trata de Europa, los estados miembros se apoyan los unos a los otros”, estimó Jonathan Eyal, director adjunto del gabinete de reflexión londinense RUSI.
Al mismo tiempo, Gibraltar es un “tema unificador para los ‘Brexiters’ y les otorga justificación adicional”, señaló.
“Ilustra cuán complicado es lograr un nuevo acuerdo con Reino Unido (…) sobre todo cuando se abordan las anomalías” como Gibraltar, dijo Richard Whitman, especialista en Europa en Chatham House, instituto de estudios de Londres especializado en asuntos exteriores.
Fuente: AFP