La policía del Mando Único de Cuernavaca prácticamente desconoció a Cuauhtémoc Blanco Bravo como su jefe en el municipio, cuando fueron llamados a las instalaciones del ayuntamiento y en lugar de ceñirse a las órdenes del secretario municipal en representación del alcalde, protegieron a los regidores que intentaron una vez más “suspenderlo” del cargo.
Y es que la síndico municipal Denisse Arizmendi y 10 de 15 regidores intentaron realizar una sesión de Cabildo sin la presencia del presidente municipal. La intención de los munícipes, según trascendió, era “suspender” los derechos del exfutbolista.
Y aunque la intentona fracasó, se requirió de la presencia de la policía del Mando Único para evitar una gresca entre los munícipes y simpatizantes de Cuauhtémoc Blanco. Sin embargo, la presencia policiaca se desmarcó del alcalde y más bien acudió para proteger a los regidores a pesar de la exigencia del secretario municipal, Guillermo Arroyo Cruz, de reconocer al alcalde como su jefe.
A las instalaciones del ayuntamiento llegó primer Arroyo Cruz junto con un grupo de enardecidos simpatizantes del exfutbolista, quienes intentaron ingresar, no obstante, los regidores se encerraron. Entonces la gente comenzó a gritarles “rateros, ya dejen trabajar al Cuau”, lo que tensó la situación.
Enseguida llegaron al lugar efectivos del Mando Único adscritos a Cuernavaca, encabezados por su titular, Jesús Pérez Abarca. El secretario Arroyo Cruz ordenó a Pérez Abarca abrir la puerta del lugar y desalojar a los regidores. En respuesta, el jefe policiaco más bien resguardó el lugar y por momentos amenazó con desalojar a los simpatizantes de Blanco.
Entonces comenzó una discusión entre Arroyo Cruz y Pérez Abarca. “A ver comandante, yo traigo la representación del presidente municipal y le exijo que me ayude a abrir esa puerta y a desalojar a los regidores”, le dijo el secretario casi a gritos, ante un jefe policiaco casi indiferente.
“Entienda comandante, su jefe es el presidente municipal”, insistió Arroyo Cruz, mientras Pérez Abarca sacó su teléfono celular y se limitó a decir: “En un municipio, el jefe es el presidente municipal, pero yo soy el Mando Único”, retó al funcionario mientras hacía la llamada telefónica.
Esto encendió aún más a la gente. Ello sirvió de pretexto para que Pérez Abarca advirtiera a Arroyo Cruz que no podía abrir la puerta del recinto donde se encontraban los regidores, porque corría el riesgo de que hubiera una confrontación. El secretario del ayuntamiento le garantizó que esto no ocurriría.
Entonces el jefe policiaco hizo un ademán para indicar que era responsabilidad absoluta de Guillermo Arrollo lo que ocurriera y se dirigió a la puerta, tocó varias veces y luego pidió a los regidores que desalojaran el lugar con la promesa de que la policía los protegería. Entonces, los agentes hicieron una vaya y uno a uno los regidores abandonaron las instalaciones del ayuntamiento entre gritos y mentadas de madre de la gente.
En entrevista posterior, Arroyo Cruz lamentó que se confirmen los temores de los presidentes municipales a principios de año cuando se les impuso el Mando Único, que los ayuntamientos quedaran desprotegidos al concentrar justamente el mando en una figura estatal.
“Hoy los policías no obedecen al alcalde, y con ello ponen en riesgo la integridad física de la ciudadanía”, dijo el funcionario. Responsabilizó directamente a Pérez Abarca de lo que ocurrido y aseguró que se tomarán medidas legales para garantizar la seguridad del alcalde y su equipo de trabajo, así como contra los regidores que pretenden desconocer al gobierno municipal.
Fuente: Apro