En su habitación en el Aislado 2 del Hospital General Torre Médica Tepepan, la exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, recibió la noticia: un tribunal federal le dictó, por segunda ocasión, auto de formal prisión por un presunto fraude fiscal de dos millones 199 mil pesos.
Justo el Día del Maestro y con miles de profesores en las calles que exigieron la abrogación de la reforma educativa, el cuarto Tribunal Unitario Penal de la ciudad de México dio cumplimiento a una sentencia de amparo que había ordenado estudiar de nueva cuenta el expediente del caso Gordillo.
La Procuraduría General de la República (PGR) imputa a la exlideresa magisterial fraude fiscal por incumplimiento a la ley del Impuesto Sobre la Renta, pero también la acusa de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
De acuerdo con el Tribunal Unitario, existen suficientes elementos de prueba para procesar penalmente a la maestra por una modalidad grave de defraudación fiscal, lo que le impide conseguir la libertad provisional bajo fianza.
La formal prisión fue dictada luego de que otro tribunal, el quinto unitario, ordenó al cuarto tribunal reponer el procedimiento que inicialmente se abrió en contra de Gordillo, pero que no cumplía con todos los requisitos jurídicos para el desahogo propio del proceso penal.
El nuevo auto de formal prisión podrá ser impugnado mediante una demanda de amparo por parte de los abogados de Elba Esther, aprehendida el 26 de febrero de 2013 en el aeropuerto internacional de la ciudad de Toluca, Estado de México, la tierra natal del presidente Enrique Peña Nieto, cuando se disponía a viajar a Guadalajara, Jalisco, donde iba a presidir un encuentro sindical.
Hasta ahora la maestra –a quien la revista Forbes incluyó en diciembre pasado en la lista de los 10 mexicanos más corruptos, junto con Carlos Romero Deschamps, Raúl Salinas de Gortari y Genaro García Luna, entre otros– no ha logrado demostrar su inocencia, y cada vez se aleja más la posibilidad de conseguir la libertad.
Fuente: Apro