Las fuerzas kurdas, apoyadas por la aviación estadunidense, arrebataron este domingo la represa más importante de Irak a los yihadistas del Estado Islámico (EI), quienes a su vez se enfrentan a tribus sunitas en el oeste del país.
“La represa de Mosul ha sido completamente liberada”, declaró Ali Awni, un responsable del principal partido kurdo, quien añadió que los combates se llevaban a cabo actualmente en Tal Kayf, una localidad en manos de los yihadistas a un centenar de kilómetros de la represa.
Un responsable del ejército aseguró que los combates terminaron y señaló que algunas zonas eran inaccesibles a causa de las bombas colocadas por los insurgentes.
Las fuerzas kurdas habían lanzado el sábado una ofensiva para retomar el control de esa represa que suministra agua y electricidad a la mayor parte de la región y que cayó en manos de los yihadistas el 7 de agosto.
Estados Unidos, que inició sus bombardeos el 8 de agosto, lanzó en los dos últimos días 23 ataques aéreos con aviones y drones, 14 de ellos el domingo, que destruyeron vehículos militares y un puesto de control del EI.
El objetivo de estas acciones es apoyar “los esfuerzos humanitarios, proteger las infraestructuras importantes, al personal y las instalaciones de Estados Unidos en Irak, y ayudar a las fuerzas de seguridad kurdas”, explicó el comando militar estadunidense en Oriente Medio y Asia Central.
Irak está sumido en el caos desde que los yihadistas sunitas lanzaron una ofensiva el 9 de junio al norte de Bagdad, que se extendió a principios de agosto a las localidades próximas a la región autónoma del Kurdistán.
Tras el lanzamiento de esta ofensiva, las fuerzas kurdas se hicieron con el control de varias zonas del norte del país abandonadas por las fuerzas iraquíes y lanzaron a principios de julio un proyecto de referéndum de independencia del Kurdistán.
Este proyecto recibió un jarro de agua fría por parte del jefe de la diplomacia alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien se mostró contrario a “un estado independiente de los kurdos” para no desestabilizar más el país.
Bombardeos en Siria
Los combatientes del EI también están presentes en el conflicto que desgarra la vecina Siria, donde se enfrentan a la vez contra la rebelión siria y contra el régimen de Damasco.
“El régimen llevó a cabo 13 ataques aéreos en la ciudad de Raqa y 11 en la ciudad de Tabqa, en la provincia de Raqa, matando a al menos 31 yihadistas e hiriendo a decenas de ellos”, indicó este domingo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que se basa en una amplia red de fuentes civiles, médicas y militares sobre el terreno.
Según el director de esta ONG, con base en Reino Unido, Rami Abdel Rahman, “el régimen quiere mostrar a Estados Unidos que también es capaz de atacar al EI”, grupo que declaró en junio un califato en las zonas bajo su control en Siria y en Irak.
Contraofensiva en el oeste iraquí
En la provincia de Anbar, al oeste de Bagdad y de mayoría sunita, una coalición de más de una veintena de tribus apoyada por las fuerzas de seguridad continuaba con su ofensiva lanzada el viernes contra los yihadistas, que controlan numerosos sectores de esta región.
Según el comandante de policía, Ahmed Sadag, estos combatientes expulsaron a los yihadistas de zonas bajo su control al oeste de Ramadi, la capital provincial, y los combates continuaban en otras zonas.
Ante el avance yihadista hacia Kurdistán, la comunidad internacional se movilizó para ayudar a las decenas de miles de desplazados en campamentos del norte del país, a menudo en condiciones lamentables.
Los yihadistas entraron el viernes en la localidad de Kocho, a más de 150 kilómetros al suroeste de Mosul, donde mataron a unas 80 personas, en su mayoría yazidíes, indicó el responsable iraquí Hoshyar Zebari, quien denunció una “masacre”.
Kocho está situada cerca de Sinjar, una ciudad que el EI tomó el 3 de agosto, y de donde huyeron miles de civiles, muchos de la minoría kurdohablante y no musulmana de los yazidíes, considerados “herejes” por los yihadistas.
Para detener este avance, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó una resolución para impedir el reclutamiento y la financiación de los yihadistas en Irak y Siria, mientras que la Unión Europea apoyó la entrega de armas a los combatientes kurdos, como ya hacen Francia y Estados Unidos.
Fuente: AFP