La Casa Blanca ha reclutado a un ejército ecléctico de más de 50 streamers de Twitch, YouTubers, TikTokers y estrellas de pop, reporta NYT.
Los Ángeles – Ellie Zeiler, de 17 años, creadora de TikTok con más de 10 millones de seguidores, recibió un correo electrónico en junio de Village Marketing, una agencia de marketing. Dijeron que se estaban acercando en nombre de la Casa Blanca.
¿Estaría dispuesta Zeiler, una estudiante de último año de secundaria que generalmente publica videos cortos de moda y estilo de vida, se preguntó la agencia, a participar en una campaña respaldada por la Casa Blanca para alentar a su audiencia a vacunarse contra el coronavirus?
“Existe una gran necesidad de aumentar la conciencia en el rango de edad de 12 a 18”, escribió Village Marketing al correo electrónico de Zeiler. “Nos estamos moviendo rápido y solo tenemos unos pocos espacios disponibles para llenar, así que avísenos lo antes posible”.
Zeiler aceptó rápidamente, uniéndose a una amplia campaña impulsada para enfrentar un desafío cada vez más urgente en la lucha contra la pandemia: vacunar a las masas jóvenes, que tienen las tasas de vacunación más bajas de cualquier grupo de edad elegible en Estados Unidos.
Menos de la mitad de todos los estadounidenses de 18 a 39 años están completamente vacunados, en comparación con más de dos tercios de los mayores de 50 años, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Y alrededor del 58 por ciento de los que tienen entre 12 y 17 años aún no han recibido ninguna vacuna.
Para llegar a estos jóvenes, la Casa Blanca ha reclutado a un ejército ecléctico de más de 50 streamers de Twitch, YouTubers, TikTokers y estrellas de pop, todos ellos con una enorme audiencia online. Los gobiernos estatales y locales han comenzado campañas similares, en algunos casos pagando a los “micro influencers locales”, aquellos entre 5 mil a 100 mil seguidores, hasta 1 mil dólares al mes para promover las vacunas contra el Covid-19 entre sus fanáticos.
Los esfuerzos son en parte un contraataque contra una marea creciente de desinformación sobre las vacunas que ha inundado Internet, donde los activistas contra las vacunas pueden ser tan vociferantes que algunos jóvenes creadores dicen que han optado por guardar silencio sobre las vacunas para evitar una reacción politizada.
Fuente: NYT/ El Diario
