Los grupos criminales obtienen de esta forma mano de obra especializada. Aunque no hay investigaciones oficiales, existen indicios de que este fenómeno ocurre, aseguran ONG
Por Fernando Camacho Servín
Aunque no hay investigaciones oficiales al respecto, organizaciones civiles y de derechos humanos señalan que gran cantidad de casos de desaparición podrían estar relacionados con reclutamiento forzoso efectuado por grupos del crimen organizado, quienes recurrirían a dicha práctica para hacer trabajar a las víctimas en diversas actividades, desde la cosecha de estupefacientes hasta vigilancia, sicariato y labores técnicas especializadas.
Académicos y activistas especializados en el tema indicaron que si bien familiares de algunas víctimas han dado testimonio de haberlos visto o escuchado tras su desaparición, no han querido denunciarlo públicamente por temor a que ellos o sus seres queridos sufran alguna represalia.
Jorge Verástegui, miembro de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México, señaló en entrevista con La Jornadaque las desapariciones que tienen como trasfondo un acto de reclutamiento forzoso han sido hipótesis que hemos estado manejando y se han corroborado de una u otra forma con personas que han sido liberadas.
Perfiles particulares
De acuerdo con el también integrante del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, hay diversos testimonios de que el crimen organizado hadesaparecido personas con el fin de integrarlas de manera obligatoria a sus filas, para que realicen tareas de todo tipo.
Ese trabajo puede ir desde el sicariato hasta cuestiones administrativas o técnicas, para las que se necesitan conocimientos especializados. Esta hipótesis se ha hablado con familiares en el norte del país de personas, principalmente hombres jóvenes, que eran privados de su libertad por grupos de delincuentes para hacerlos trabajar como sicarios, indicó.
“En Coahuila era del conocimiento popular que la llamada ‘diestra’ (el adiestramiento a estos civiles por parte de la delincuencia organizada) duraba unos seis meses. Se tuvo información de personas que aparecieron después de ese tiempo, pero muchas otras no, porque se quedaban cautivas”, añadió Verástegui.
Hay elementos para pensar que algunas personas fueron desaparecidas porque encajaban en perfiles muy particulares, como técnicos que ponían antenas de comunicación. En 2013 la Marina localizó en Veracruz diversos centros de comunicación clandestina del crimen organizado. Ves eso y te preguntas: ¿cómo lograron instalarlo, quién lo hizo?
Otros elementos que hacen pensar en reclutamiento forzoso son las llamadas que reciben algunos familiares de las víctimas, en las que no se escucha ninguna voz del otro lado del aparato, y así pueden estar por varios minutos. Nadie habla, pero la intuición de la familia dice que puede ser su ser querido, porque esas llamadas son generalmente en fechas muy significativas, como cumpleaños.
Además de lo anterior, “ha habido avistamientos de parientes o amigos de los desaparecidos, que dicen ‘lo vi en el centro comercial o en la calle, pero iba con personas armadas y no volteó a verme’. También hay testimonios de gente que estuvo detenida y logró escapar y sobrevivir, pero su familia nunca denuncia porque tiene miedo”.
Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, coincidió en que las desapariciones motivadas por reclutamiento forzoso son un fenómeno altamente probable, y recordó que varios medios informativos han documentado casos de hombres jóvenes y fuertes que supuestamente habrían sido llevados a la fuerza para recibir entrenamiento como soldados del narcotráfico.
Es un hecho, una realidad que sucede y es importante conocerlo. En medios se ha abordado la supuesta existencia de mil adolescentes privados de su libertad por haber sido señalados como sicarios. No tenemos fuentes para confirmar si así fue, pero es preocupante este hecho y ratificaría la existencia de este reclutamiento forzoso, recalcó.
Pérez García recordó que familiares de algunas de las 22 personas asesinadas en Tlatlaya –quienes eran supuestos integrantes de grupos criminales que ya se habían rendido y estaban desarmados– denunciaron que sus seres queridos habían sido reclutados de manera forzosa, pero la versión nunca fue investigada.
Santiago Corcuera, miembro del Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de Naciones Unidas, manifestó que el reclutamiento forzoso es un hechoabsolutamente posible. Estoy seguro de que muchas mujeres pueden estar siendo explotadas sexualmente y que a muchos chavos jóvenes y fuertes se los están llevando para trabajar en campos de cultivo de estupefacientes.
Además de labores de cosecha y sicariato, consideró el académico, también hay muchas personas conhabilidades especificas, como electricistas e ingenieros, que son desaparecidos para obligarlos a trabajar en la construcción de caminos o centros de comunicación, por ejemplo.
Pueden concurrir, aunque no siempre lo hacen, los elementos constitutivos de desaparición forzada y de trata de personas en cuanto a la detención, captura o traslado de personas con fines de explotación. Es decir, aunque no todas las desapariciones forzadas se cometen con fines de explotación, puede suceder, y en realidad sucede, que algunas desapariciones forzadas se cometen con tales fines, explicó Corcuera.
En muchas ocasiones, la víctima de trata de personas no se encuentra desaparecida forzadamente, pues puede encontrarse sometida a explotación por medio del engaño y las amenazas de sus captores, mientras es explotada, y poder seguir en contacto con sus familiares de manera habitual, dijo.
Fuente: La Jornada