Quienes se oponen al mayor programa de recolección de datos telefónicos de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) bloquearon con éxito varios intentos del Senado para extender la vigencia de la ley que autoriza el programa.
La sesión legislativa, que se prolongó hasta la madrugada del sábado, dejó en duda la capacidad del Congreso para mantener vivo un programa que muchos creen es crítico para la seguridad nacional y también alarmó a defensores de los derechos a la privacidad por el alcance de su naturaleza.
El Senado bloqueó dos medidas separadas. El primero, un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes que trasladaba del gobierno hacia las empresas de telecomunicaciones la responsabilidad de mantener los datos, mientras que también impone limitaciones más estrictas sobre cómo las autoridades pueden acceder a esa información.
La votación fracasó con una votación de 57 a 42.
La segunda medida era una prórroga de dos meses, más allá del 1 de junio, a la fecha de vencimiento de la actual ley, la cual fue rechazada 54 a 45.