La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no es un centro ideológico neoliberal o un club de los países ricos, es una entidad técnica para promover mejores prácticas en materia de política pública, consideró Roberto Martínez Yllescas, director del Centro en México para América Latina.
“Nada más inexacto, pero se comprende que en algunas partes se le perciba como un organismo parecido a los que condicionan la ayuda financiera. No somos eso. Somos un centro de pensamiento y de acción. Por lo tanto, no podemos estar cómodos cuando se señala, de manera inocente por parte del público, si la OCDE es o no un organismo de orientación ideológica neoliberal”, dijo sobre la organización que por 15 años dirigió Ángel Gurría, quien participó en la Secretaría de Hacienda de México en las administraciones de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.
A menos de dos semanas de que Gurría deje la secretaría general de la OCDE, se inauguró en las rejas del Senado una exposición fotográfica en la que se plasman 60 años de la institución. La tónica del evento se centró en rechazar cualquier vinculación con las políticas públicas que han imperado en poco más de tres décadas y que, con la pandemia, mostraron como resultado la erosión de los sistemas de protección social.
En el evento estaba considerada la participación del secretario general saliente, incluso las intervenciones subrayaron los 15 años que el mexicano estuvo al frente del organismo y que terminan el 1 de junio próximo; sin embargo, Gurría no se presentó.
En lugar de ello, envió un discurso en el que sostuvo que la institución se ha especializado en el desarrollo económico y la “prosperidad compartida”; bajo su administración se insistió en el concepto de bienestar, se actualizaron marcos analíticos y metodológicos y se amplió la presencia mundial, sobre todo con la incorporación de Chile, Colombia y próximamente Costa Rica al organismo.
Esa mayor presencia en la América Latina “permite afirmar contundentemente que la OCDE cada vez más es un vehículo para desarrollar políticas e implementarlas, acompañando a los gobiernos de economías emergentes, lo cual nos ayuda honrosamente a disipar el preconcepto, que todavía priva en numerosos círculos, de que la OCDE es un club de los países ricos”, insistió Martínez Yllescas.
Ello pese a recalcar que México fue el primer candidato natural para que el organismo entrara a América Latina, no sólo por su peso económico, su papel comercial en América del Norte, sino también por su “compromiso en materia de reformas económicas”; siendo el país el miembro 25 del organismo el 18 de mayo de 1994, luego de que Carlos Salinas de Gortari se dedicara a entregar a privados parte de la estructura e infraestructura estatal.
Gabriela Ramos, directora de la OCDE, resumió que el organismo ha participado en una serie de políticas en el país, como las participación de reguladores, temas de competencia, salud, cuota de género y el combate a la evasión fiscal.
Fuente: La Jornada