Ante la petición de la familia LeBarón al gobierno de Estados Unidos para identificar la violencia generada por los cárteles del narcotrafico en México como narcoterrorismo, por sus efectos jurídicos para el gobierno mexicano sería inaceptable e inviable, advirtió el canciller, Marcelo Ebrard. Sin embargo, esto no impide que se pueda actuar conjuntamente entre México y Estados Unidos para combatir al crimen organizado.
Durante la conferencia presidencial, el secretario de Relaciones Exteriores aseveró que ha habido avances sustanciales en las investigaciones sobre el asesinato de integrantes de la familia LeBarón a partir de la colaboración bilateral. Sin embargo, por acuerdo de ambos países, no se pueden dar a conocer los avances en las indagatorias, mismas que la propia familia LeBarón desconoce aún para no ponerlas en riesgo.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó presiones en México que están solicitando casi una intervención extranjera. “Eso nunca jamás lo vamos a aceptar. Tiene que ver con una concepción muy conservadora. Se quedaron con la nostalgia de cuando se fue a buscar a Maximiliano”, dijo.
La Constitución mexicana es muy clara para salvaguardar la soberanía nacional, subrayó el mandatario.
López Obrador reconoció que hasta ahora el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ofrecido apoyo con respeto a la soberanía mexicana para enfrentar casos como el fallido operativo en Culiacán y el,ataque a la familia LeBarón. “No somos vende patria, no vamos a permitir ninguna amenaza o intervención del extranjero”.
Durante la conferencia presidencial, el secretario de Relaciones Exteriores aseveró que ha habido avances sustanciales en las investigaciones sobre el asesinato de integrantes de la familia LeBarón a partir de la colaboración bilateral. Sin embargo, por acuerdo de ambos países, no se pueden dar a conocer los avances en las indagatorias, mismas que la propia familia LeBarón desconoce aún, para no ponerla en riesgo.
Ebrard hizo énfasis en que una clasificación como la que se solicitó al gobierno de Estados Unidos implicaría, de aprobarse, una actuación directa estadunidense en nuestro territorio, lo cual sería inadmisible para México: “No lo aceptaríamos jamás y creemos que no iría por esa ruta porque estamos trabajando juntos”. Es un esquema además de inconveniente, innecesario, señaló el canciller.
Fuente: La Jornada
