El Partido de la Independencia de Reino Unido (28%), el organismo extremista que rompió la hegemonía de un siglo en la política británica: Ha vencido al bipartidismo tradicional representado por el Partido Conservador (24%) y el Partido Laborista (25%), que perdieron la elección de este domingo para el Parlamento Europeo
Como el “resultado más extraordinario en la política británica en 100 años” describió el líder del Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés), Nigel Farage, el triunfo de su agrupación en los comicios para el Parlamento Europeo.
Y Farage no exagera. Se trata de la primera vez desde 1910 que ni el Partido Conservador, ni el Laborista consiguen imponerse en unas elecciones nacionales británicas.
El analista político de la BBC, Nick Robinson, destaca además que la victoria del partido antieuropeo le llevó a conseguir escaños en todas las regiones de Inglaterra, y también en Gales y Escocia.
Robinson agrega que tras el triunfo europeo del UKIP, el primer ministro británico David Cameron enfrentará presión para hacer más robusta su promesa de renegociar la relación británica con la Unión Europea y de reducir la inmigración con el fin de recuperar votantes conservadores que optaron por el UKIP.
Más precaria luce la posición de los Liberales Demócratas, socios en la coalición de gobierno, tras terminar en quinto lugar en los comicios.
Robinson indica que la posición del líder liberaldemócrata, Nick Clegg, luce cada vez más “insostenible”.
Por su parte, el laborista Ed Miliband tampoco tiene mucho que celebrar, siendo el primer líder principal de la oposición que no consigue imponerse en unas elecciones europeas.
Anti Unión Europea
Hace 20 años, en sus primeras elecciones europeas, el UKIP apenas consiguió el 1% de los votos.
Su origen se remonta a la creación de la Liga Anti-Federalista en 1991, una agrupación fundada por el profesor del London School of Economics, Alan Sked, para hacer campaña en contra del Tratado de Maastrich, que ese año estableció oficialmente a la Unión Europea (UE) como sucesora de la Comunidad Europea (CE).
Luego de la puesta en vigencia del Tratado y de participar, sin ningún impacto en las elecciones generales británicas de 1992, los anti-federalistas decidieron concentrar sus esfuerzos en hacer campaña para el retiro británico de la Unión Europea.
Fue así que surgió el UKIP en 1993, nuevamente de la mano de Sked.
El académico terminó dejando el partido en 1997, cuando Farage ya era su líder, por lo que percibió como una creciente influencia de la extrema derecha en las filas del partido.
“Están obsesionados con la inmigración, el Islam y la raza”, declaró recientemente Sked al diario Daily Mail.
Descontento y efectos
Sin embargo, es justamente el descontento con el aumento de la inmigración, especialmente de países europeos más pobres como Rumania y Bulgaria, uno de los factores detrás del gran éxito que acaba de conseguir el UKIP.
El llamado a introducir estrictos controles migratorios y la separación de Europa ya había tenido eco en las recientes elecciones locales inglesas donde su agrupación obtuvo progresos significativos.
En ese momento Farage adelantó un “terremoto político” en la escena británica. Muchos dudaron de sus palabras, pero ahora ya el impacto de su partido no se puede desestimar.
Tras ver los resultados europeos dijo que su “sueño se hizo realidad” y el UKIP es la “tercera fuerza” en la política británica.
Sin embargo, falta ver si realmente tiene la capacidad para asestar un golpe aún más duro a los partidos tradicionales.
En 2009 el UKIP logró el 17% en las elecciones europeas y un año más tarde solo consiguió el 3% en los comicios nacionales.
Fuente: BBC Mundo