Furia y desesperanza se sintieron en muchas partes de Estados Unidos luego de que un jurado de investigación decidiera no procesar judicialmente al policía Darren Wilson por matar a Michael Brown. ¿Qué se esconde bajo esa ola de emociones? ¿Por qué tantas personas se niegan a aceptar la decisión del jurado de no acusar al policía blanco por la muerte del joven negro? ¿Por qué se presta tan poca atención a las pruebas dadas a conocer junto con la decisión?
Entrevistas realizadas en todo el país muestran que esas emociones obedecen tanto a la problemática historia racial estadounidense -que en muchos casos han restado legitimidad al sistema de justicia- como a la revisión racional de todas las pruebas.
Para muchas personas esta historia es el contexto ineludible para el encuentro de 90 segundos entre Brown y Wilson, y explica la furia que se desató a continuación.
“Es como los linchamientos que ocurrían en el siglo pasado. El sesgo por caracterización racial es el linchamiento de hombres negros del siglo XXI”, dijo Kevin Powell, director de la organización BK Nation, que trabajó en Ferguson desde la muerte de Brown, en agosto.
“Estoy deprimido e insensible, aun cuando esperaba ese veredicto”, dijo Powell. “No apruebo la violencia de ningún tipo pero claro que entiendo la furia que hay. Yo mismo estoy muy enojado”.
Desde que el lunes se dio a conocer la decisión del jurado de investigación del condado St. Louis la molestia se ha manifestado en varias formas en Estados Unidos: ruidosas protestas en varias ciudades, encarnizadas discusiones en el trabajo y entre amigos, furia en los programas de radio, apasionados comentarios en redes sociales. Por supuesto, esa ira también se mostró en el incendio, saqueo y disparos que dejaron partes de Ferguson en ruinas el lunes por la noche.
Muchos cargaron contra la forma en que el fiscal Bob McCulloch decidió presentar la evidencia o con la cambiante explicación de por qué Wilson detuvo a Brown en primera instancia. Otros se dijeron molestos de que sólo tres de nueve jurados fueran negros en un contexto en el que no se necesitaba de la unanimidad o permitiera la posibilidad de empate.
Hubo muchas reacciones emocionales y volvió a surgir la desconfianza de muchos hacia la integridad y la equidad del sistema legal de Estados Unidos.
“Estoy muy decepcionada y molesta”, dijo Shakealia Finley, maestra de economía en Atlanta. “Es una falla de la justicia”.
“Más que nada, como ciudadano de Estados Unidos quieres creer en que el sistema de justicia hará las cosas bien”, dijo. “Sigo viendo sitios en los que el sistema de justicia actúa mal cuando se trata de la comunidad negra. Encuentran cada salida y cuestión técnica para permitir que el asesino salga libre”.
Fuente: AP