José Luis Abarca Velázquez, quien se encuentra prófugo, habría sido prestanombres de Arturo Beltrán Leyva.
José Luis Abarca, el alcalde prófugo de Iguala se ha quedado sin fuero. Con 39 votos a favor, diputados locales del Congreso de Guerrero aprobaron el juicio de revocación de su mandato. El ahora exalcalde había solicitado licencia luego de los hechos violentos en Iguala el 26 septiembre, donde desaparecieron 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
Durante más de dos horas los legisladores de la Comisión Instructora discutieron la revocación de su mandato, promovido por el Vicefiscal de Investigación de Guerrero, Víctor León Maldonado.
De acuerdo al diputado priista, Omar Jalil Flores, el edil incurrió en una grave violación a los derechos humanos al no proteger a los estudiantes el 26 de septiembre, donde resultaron seis muertos, 25 lesionados y 43 personas desaparecidas.
“Las pruebas aportadas se ponen de manifiesto que el presidente municipal, José Luis Abarca Velázquez en su carácter de máxima autoridad municipal y jefe de la administración pública tiene a su mando al personal de seguridad pública y la obligación de mantener la paz y la tranquilidad pública, situación que no aconteció los días 26 y 27 de septiembre en Iguala”.
La presidenta de la Comisión, Laura Arizmendi explicó que tras la revocación de su fuero lo que ahora procede es separarlo del cargo y sus funciones.
Abarca solicitó un amparo
Abarca sabía que irían tras él. Así que al día siguiente de la masacre, según trascendió en los medios, presentó un recurso de amparo para impedir cualquier “orden de localización, búsqueda, presentación y la pretendida detención y su ejecución”.
Fuentes citadas por el diario El Sol de Chilpancingo aseguran que el amparo quedó asentado el 6 de octubre. Y que el juzgado 1 en Material Penal del Distrito Federal lo concedió pero de forma provisional junto con una fianza de 35 mil pesos, unos 2,900 dólares.
Un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en poder del diario El Universal, confirma que el alcalde de Iguala, tiene estrechos vínculos con grupos del crimen organizado que operan en la zona norte del estado de Guerrero.
El rotativo señala que la esposa de Abarca Velázquez, así como su suegra y sus cuñados tienen nexos con el difunto narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, por lo cual el prófugo alcalde “sirvió de lavador (de dinero) y prestanombres” con lo cual “pudo levantar en pocos años una fortuna considerable”.
Asimismo, María Leonor Villa Orduño, suegra de Abarca Velázquez, ha sido vinculada con Arturo Beltrán Leyva de quien fue operadora y prestanombres.
Los abusos y los vínculos del alcalde de Iguala habían sido denunciados en octubre de 2013 por integrantes de la corriente Izquierda Democrática Nacional dentro del mismo partido de Abarca Velázquez (PRD), de acuerdo con el diario Reforma.
Uno de los Mazón reemplazaría a Abarca
De acuerdo a la Ley del Municipio de Iguala de la Independencia, los diputados notificarán al suplente de José Luis Abarca para que asuma el cargo y funciones de presidente municipal en Iguala.
El suplente de Abarca es Luis Mazón Alonso, hermano del secretario de Salud de Guerrero, Lázaro Mazón, quien acaba de presentar su renuncia este 16 de octubre, luego de que se le relacionara con Abarca.
El secretario de Salud, Lázaro Mazón, fue designado por el gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero como secretario de Salud en 2011. Hoy se le investiga por su supuesta relación con el José Luis Abarca, ya que se dice fue él quien propuso a Abarca como alcalde de Iguala.
Hermana de Abarca dice desconocer dónde está
La familia del alcalde, entrevistada por AFP, asegura que no han sabido nada de él desde que el pasado 27 de septiembre.
Su hermana Roselia Abarca dice que Abarca dejó de responder llamadas de la familia. “Sabemos que hay personas que le están guiando”, añade.
“¿Crees que mi hermano, queriéndonos tanto, nos iba a llevar a un peligro así? Él nunca lo haría, esto no es de Iguala”, expresa esta mujer de media melena y hablar pausado, lanzando una pregunta al aire: “¿Quién orquestó todo esto? No lo se”.
Roselia recalca que el alcalde sólo supo del ataque de la policía a los alumnos “mientras estaba comiendo tacos” después de la presentación del informe anual de su mujer como presidenta de un organismo oficial de protección a los niños.
A su esposa, María de los Ángeles Pineda, el edil la conoció “de jovencito” cuando ella llevaba los vestidos que cosía su mamá al negocio de los Abarca que, según Roselia, ignoraban que ella tenía tres hermanos narcotraficantes.
“Él quería a su esposa, no a sus hermanos”, zanja Roselia al recordar cómo hace menos de dos meses pidió a su hermano que no sucumbieran a presiones y evitaran postular a Pineda como candidata a alcaldesa.
“Él no tenía idea de donde se iba a meter, la política es lo más nefasto”, manifiesta esta maestra, que cree que la “exitosa” gestión de su hermano -con “1.798 obras inauguradas en dos años y muy querido por la gente”- no eran bien vista por algunos rivales.
Roselia está segura de que su hermano escapó por miedo pero que “dará la cara” y pide a las autoridades una investigación limpia porque “es una injusticia lo que le están haciendo”.
¿Qué pasó el 26 de septiembre?
El 26 de septiembre fue el día que desaparecieron los 43 estudiantes y fallecieron 6 personas por balas de la policía municipal. Según el documento obtenido por El Universal, luego de realizar una movilización en Iguala, un grupo de alrededor de 100 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos pretendía trasladarse a la Plaza de las Tres Garantías, ubicada en zócalo de esa localidad, donde a las 6 de la tarde la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda Villa, rendiría su segundo informe de labores como presidenta del DIF Municipal.
Por ello, Pineda Villa le habría ordenado a su jefe de seguridad que le comunicara al director de Seguridad Pública Municipal, Felipe Flores Velázquez, que no debía permitir que los estudiantes de Ayotzinapa llegaran al lugar del evento, para lo cual debía de implementar un operativo que frenara su avance y los replegara.
De esa manera, el jefe policiaco, exigió el traslado de decenas de policías municipales con la tarea de frenar a los estudiantes, lo que cual derivó en un enfrentamiento físico y verbal. Replegados, los estudiantes se dirigieron a la central de autobuses de esa ciudad, amplió el rotativo.
El jefe de Seguridad Pública llevó más allá el acoso contra los estudiantes y ordenó que se les detuviera. A bordo de seis patrullas los agentes le cerraron el paso a los jóvenes, quienes se enfrentaron a la policía y éstos abrieron fuego, el saldo fue de tres estudiantes muertos y más de 18 heridos.
Fuente: Agencias