Trazan el plano para llevar a Gaudí a los altares. De prosperar la propuesta, será el primer arquitecto de la historia en ser santo de la Iglesia católica; ya se encuentra en la lista de los siervos de Dios.
Por Eugenia JIménez
Antonio Gaudí, llamado El arquitecto de Dios, ha iniciado el camino para estar en los altares al ser impulsada su canonización por una asociación que lleva su nombre. De prosperar la propuesta, sería el primer arquitecto de la historia en llegar a ser santo de la Iglesia católica.
La causa de Gaudí se encuentra en Roma, por lo que, al ser aceptada, el arquitecto ya se encuentra en la lista de los siervos de Dios y con un milagro sería designado beato y necesitaría otro más para ser santo.
Entre las obras de El arquitecto de Dios se encuentran el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, la Casa Vincens y el Colegio Teresiano, entre muchas más.
La Asociación pro Beatificación de Gaudí fue creada el 10 de junio de 1992, 66 años después de su fallecimiento, y un mes después solicitó al arzobispado de Barcelona la autorización para difundir la devoción privada de Gaudí. También se le designó al vicepostulador diocesano, el cual solicitó la introducción de la causa para la beatificación y canonización.
El arzobispado de Barcelona dio trámite a la solicitud y obtuvo el nihil obstat de la sede papal, que decretó la introducción de la causa y designó un tribunal que, desde abril de 2000 hasta mayo de 2003, tomó declaraciones a los testigos, tanto a los presentados por la vicepostulación como a los llamados de oficio.
Las declaraciones que tomaron fueron sobre la vida, virtudes, fama de santidad y de intercesión de Antonio Gaudí.
En marzo de 2003 la parte actora nombró como postuladora de la causa a la doctora en derecho canónico Silvia Correale. El 13 de mayo tuvo lugar la sesión de clausura de la instrucción diocesana. El 9 de julio del mismo año se abrieron oficialmente las copias de las actas procesales de la instrucción diocesana en la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano.
La Congregación para las Causas de los Santos designó relator de la causa de beatificación de Antoni Gaudí a monseñor José Luis Gutiérrez, quien aprobó el summarium testifical y documental a mediados de 2005. Dicho summarium se entregó al colaborador externo que está redactando la biografía documentada, el ingeniero-biógrafo de Gaudí, Josep María Tarragona.
Hace dos meses en el periódico del Vaticano, L´Osservatore, Lluís Martínez i Sistach, cardenal de Barcelona, explicó que la calificación de Gaudí como El arquitecto de Dios fue usada por el sacerdote de Barcelona Manuel Trens, quien es muy sensible a las cuestiones del arte, en un artículo publicado con ocasión de la muerte del arquitecto. “Decir que Gaudí quiso ser el arquitecto de Dios no es una afirmación gratuita. En casi todas sus obras, de forma subyacente, hay una clara voluntad de reproducir, continuar y mejorar la obra de la naturaleza, que para él era tanto como decir la obra divina”.
Porque, explicó, Gaudí “veía la naturaleza, por tanto, como la arquitectura creada por Dios y se veía a sí mismo como el intermediario arquitectónico entre Dios y los hombres, como el interpretador y el prolongador de la creación de Dios. Gaudí quería terminar sus creaciones con la cruz de cuatro brazos en el punto más alto, como se cumplirá cuando se acabe la Sagrada Familia”.
Ya completados los trámites del proceso a nivel diocesano, ahora la causa está en Roma. “Tenemos la esperanza de que un día podremos ver al gran arquitecto en los altares.
“Si este deseo se cumple, será el primer arquitecto de la historia que haya entrado en el santoral cristiano. Y, ciertamente, entrará como una mirada sobre la naturaleza profundamente franciscana y como un genio que expresó en toda su obra la voluntad de prolongar la obra de la naturaleza, identificada como la obra de Dios. En este sentido, el título de El arquitecto de Dios se convierte en una clave para entender toda su actividad creadora”.
Carlos Villa Roiz, quien es autor de los libros América al Cielo, santos, beatos, mártires y siervos de Dios, así como El Buen Camino. Historia de la Santidad en México, señaló que la postulación de Antonio Gaudí se da por ser un hombre piadoso y porque cumple con el grado heroico de las virtudes y no por haber sido un excelente arquitecto.
Reconoció que históricamente los santos son religiosos, pero después del Concilio Vaticano II en el siglo XX se le puso una mayor atención al papel protagónico de los laicos. Con ello el papa Juan Pablo II incrementó la cifra de laicos como beatos y santos.
Fuente: EFE
