De 2006 a 2013, la Procuraduría General de la República (PGR), a través de su Coordinación General de Servicios Periciales, no ha logrado la identificación de 89% de mil 273 cadáveres localizados en fosas clandestinas, publica Excélsior.
Según una solicitud de acceso a la información, la dependencia federal ha podido identificar a 142 personas, mientras mil 131 permanecen en calidad de desconocidas.
En el mismo periodo, la dependencia tiene registro de 34 averiguaciones previas relacionadas con fosas clandestinas y únicamente se identificó a 11 personas, relacionadas con dichos expedientes.
Jaime Berumen Campos, jefe de la Unidad de Medicina Genómica de la Facultad de Medicina de la UNAM, manifestó que este problema subsiste debido a que en México no se cuenta con bases de datos en distintas entidades del país para confrontar pruebas de ADN, lo que dificulta hallar la filiación de restos humanos.
Aseveró que México no ha profundizado en la identificación de las características genómicas de cada región del territorio nacional.
El senador priista Omar Fayad afirmó que “es un tema triste, preocupante, porque cientos o quizá miles de víctimas quedaron enterradas en fosas clandestinas y sus familiares siguen buscándolas sin encontrar respuesta”.
Falla identificación de cuerpos de fosas
En el país hay 34 averiguaciones previas vinculadas con entierros clandestinos; mil 131 cadáveres reportados de 2006 a 2013 siguen como desconocidos.
San Fernando, Tamaulipas, fue la punta del iceberg. En abril del 2010 y 2011 fueron exhumados más de 190 cuerpos de una fosa clandestina, se trataba de migrantes secuestrados por integrantes del crimen organizado.
De 2006 a 2013 la Procuraduría General de la República (PGR), a través de su Coordinación General de Servicios Periciales, colaboró en la identificación de mil 273 cadáveres localizados en fosas clandestinas en todo el país; sin embargo, sólo logró resultados positivos en 142, por lo que mil 131 restos humanos (89%) siguen en calidad de desconocidos.
Lo anterior se deriva de una respuesta a una solicitud de acceso a la información, hecha por Grupo Imagen Multimedia.
En otra consulta, a través del mismo medio, la PGR asegura que en el mismo periodo sólo tiene registro de 34 averiguaciones previas relacionadas con fosas clandestinas y sólo se identificó a 11 personas.
A pesar de que durante la pasada administración y lo que va de la actual han aparecido más fosas y ha aumentado el número de víctimas.
“Es un tema triste, preocupante, porque cientos o quizá miles de víctimas quedaron enterradas en fosas clandestinas a lo largo y ancho del territorio nacional muchas ya descubiertas, imagínate cuántas estaremos por descubrir, cuántos desaparecidos hay del crimen organizado de este país, que la gente, sus familiares siguen buscándolos y no han encontrado una respuesta”, señaló en entrevista el senador Omar Fayad, presidente de la Comisión de Seguridad del Senado de la República.
La identificación de personas a través de pruebas de ADN inició en la década de los 80, en Inglaterra, y pronto se extendió a todo el mundo. En México, el doctor Jaime Berumen Campos, jefe de la Unidad de Medicina Genómica de la Facultad de Medicina de la UNAM, es pionero en este tipo de pruebas.
“Lo primero que uno hace cuando va a identificar un cadáver es sacar el DNA con una muestra biológica, que puede ser de sangre, de músculo, de hueso, de cabello, cualquier parte del organismo que tenga células.
“Una vez que le dan a uno la muestra se extrae el DNA, que es inmenso el genoma humano, se aíslan pequeñas regiones con una metodología cuyas siglas en inglés son PCR, que sería en español Reacción en Cadena de la Polimerasa”, explicó en entrevista.
Posteriormente se buscan 15 regiones o coincidencias, ya sea que se encuentren en una base de datos o directamente con los familiares, principalmente padres o hijos de la víctima.
El problema es que en México no se cuenta con bases de datos amplias para hacer los cotejos, lo que dificulta la identificación de restos humanos.
El uso de la tecnología genómica —que ha venido desarrollándose desde hace ocho años— podría ayudar a identificar a más cadáveres, pero en México no existen suficientes estudios sobre genética de población, lo que podría ayudar a resolver el problema.
“Con esta tecnología, en lugar de analizar 15 marcadores o 20 puedes analizar hasta tres millones de marcadores de golpe, o puedes secuenciar todo el genoma del individuo.
“Ahora en la escena del crimen, tú tienes una mancha de sangre y no tienes sospechosos, qué tal si ahora analizas tres millones de marcadores y dices: ‘este patrón genético corresponde a un individuo’, te hace un retrato hablado a partir del material genético. Se trata de un individuo que probablemente pueda ser de 1.75 metros, moreno, pelo chino, cejas así y asa. Entonces haces un retrato hablado a partir del análisis genético”, detalló Berumen.
Sin embargo, hasta el momento esto no es posible debido a que en nuestro país no se ha profundizado en la identificación de las características genómicas de cada región del país.
“Eso no está listo porque, aunque ya se analiza todo el genoma, no sabes exactamente cada región del genotipo del individuo en qué región está codificada, pero las policías de países desarrollados están investigando las regiones”, señaló.
“En México, si hubiera muchos estudios de genética de población de todas las regiones, que en cada una hubiera, pues también te podría decir de qué estado de la República probablemente es el individuo, eso es útil, aunque no te defina al individuo completo, ya ahorita puedes definir la raza del individuo”, explicó Berumen Campos.
En México ha proliferado el descubrimiento de fosas clandestinas y, aunque se cuenta con laboratorios y personal calificado para identificar a las víctimas en los ámbitos estatal y federal, faltan estudios para reducir los márgenes de búsqueda para la identificación de cadáveres.
Al respecto, el senador Alejandro Encinas, integrante de la Comisión de Seguridad, señaló que “hace falta fortalecer mucho todo el desarrollo tecnológico en materia de medicina forense y creo que eso puede ayudar, pero no es suficiente, yo creo que también hay que ver el rostro humano, la parte humana de este asunto y se requiere de mucha voluntad política y de compromiso por parte de la autoridad para subsanar esta pérdida tan grave que han tenido muchas familias y que se les ha tratado con mucho desprecio”.
Fuente: Excélsior