Un grupo de manifestantes derribó las vallas en torno a Palacio Nacional y empezó a golpear la puerta principal, en la Ciudad de México.
Después de hacer pintas, algunos de ellos, encapuchados, prendieron fuego a la puerta en dos ocasiones y desde el interior del contingente han lanzado al menos 10 cohetones.
Aspersores en el inmueble apagaron el fuego casi de inmediato.
Tras golpear la puerta con una de las vallas metálicas y coladeras, lograron romperla.
Un grupo de granaderos de la Policía Federal y elementos del Estado Mayor Presidencial arribaron al lugar, quienes devolvieron los objetos que arrojaron los manifestantes.
Al llegar, alrededor de 200 elementos del Estado Mayor se dedicaron a levantar las vallas y 50 agentes de la Policía Federal golpearon sus escudos con bastones.
Tras 70 minutos de actos vandálicos y un enfrentamiento entre manifestantes y elementos federales de seguridad y del Estado Mayor, aun se mantiene una treintena de inconformes. La mayoría de los agresores y manifestantes ya se retiraron del área.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Publica del Distrito Federal con ocho camionetas, dos patrullas y dos camiones de la corporación estaban apostados sobre Corregidora y José María, dos cuadras atrás de Palacio Nacional.
Un encapuchado protegido tras la barrera de los granaderos
Un oficial dijo que tienen la orden de no actuar a menos que los manifestantes logren derribar la puerta de Palacio Nacional y entrar.
“Esa es la orden, dejar que hagan su desmadre”, dijo.
Antes de prender el fuego, un grupo pintó con aerosol la puerta la leyenda “vivos los queremos”.
Además, dos detonaciones que dejaron daños menores, ocurrieron en la ventana a la izquierda de la puerta principal de Palacio Nacional.
Alrededor, algunos protestantes piden no se realicen actos de violencia.
Fuente: Reforma
