¿Qué es el día de la victoria de Chakán Putum hoy Champotón?

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El 25 de marzo de 1517 en Champotón, Campeche, el pueblo maya se enfrentó a los invasores españoles que dirigía Hernández de Córdoba . El saldo de aquella batalla fue de 57 españoles muertos, entre ellos su capitán. Fue el inicio de la resistencia de nuestros pueblos originarios.

Chakán Putún es el nombre original, según señala Antonio Benavides Castillo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de un asentamiento prehispánico en lo que hoy es Champotón, Campeche. El gobierno mexicano organiza varias actividades para conmemorar este 2021 el Día de la victoria de Chakán Putum el 25 de marzo.

Aunque el nombre del lugar, como el de muchos otros ha estado sujeto a discrepancias, debido a la variedad de formas usadas por los cronistas que dieron cuenta de los pasos de los primeros españoles por lo que hoy es México.

Los cronistas coinciden en palabras cercanas a Champoto, Chiapoton, Champoton, etcétera; excepto por Bernal Díaz, quien cambia el orden de las partes de la palabra para llegar a Potonchán…En otras fuentes y libros podemos saber que la provincia era Champutún

José Enrique Ortiz Lanz en “Las verdaderas historias del descubrimiento de la Nueva España”

¿Qué pasó el Día de la Victoria de Chakán Putum?

Con una representación, un coloquio y un concurso de pintura infantil es cómo se celebrará el hecho histórico, pero, ¿Qué pasó el Día de la victoria de Chakán Putum o Chakán Putún?

Cinco siglos separan los momentos históricos en los que las tierras campechanas fueron vistas y reconocidas por europeos por vez primera. Moch Cohuó, fue el dirigente religioso y político de dicho asentamiento de raíces mayas que venció a los invasores españoles encabezados por Francisco Hernández de Córdoba en 1517, una expedición previa a la de Hernán Cortés.

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Francisco Hernández de Córdoba. Foto: “Las verdaderas historias de l descubrimiento de la Nueva España”

En sus crónicas Bartolomé de Las Casas lo contó así:

Saltó el capitán Francisco Hernández en tierra con la más gente que llevaba, y entonces vinieron a ellos muchos indios con sus armas y con ciertas hachas de metal, con que debían estar en sus rozas y haciendas trabajando; preguntároles por señas qué querían; respondieron los nuestros que buscaban agua. Los indios les señalaron que se fuesen hacia el pueblo, y que por el camino hallarían un río y se hartarían de agua. Fueron comoles dijeron, y hallaron un pozo muy bien empedrado en un gran llano, que llamamos, por vocablo de los indios en esta isla Española, çabana; durmieron allí aquella noche sin pasar adelante, porque vieron desde allí una gran labranza con una casa y muchas gallinas de las de papada. Otro día de mañana, estando aún los españoles en el dicho campo llano o çabana, vinieron a ellos ciertos indios, entre los cuales vino uno que traía un collar de cuentas de oro que debía ser el rey o señor principal. El capitán le dijo por señas, si se lo quería vender o trocar, o como acá usamos decir, rescatar, mostrándole ciertas sartas de vidrios de colores, que poco y nada le agradaron, y así se fue con los otros…

Los españoles, en lugar abastecerse de agua, decidieron quedarse en tierra, junto al pozo (y de hecho, parece que tenían intenciones de seguir hacia la población), y pasaron finalmente ahí la noche. Lo anterior podría parecer una ocupación a ojos de los mayas, quienes les habían preguntado y recibieron como respuesta que sólo querían reabastecerse de agua, indica José Enrique Ortiz Lanz, quien en su calidad de coordinador nacional de Museos y Exposiciones del INAH escribió el libro Las verdaderas historias del descubrimiento de la Nueva España.

El rechazo dado a los españoles, con tal organización pese a la disparidad de la tecnología empleada, sorprendió a los invasores, tan acostumbrados a las poblaciones caribeñas, con menor grado de formación en el arte y las estratagemas de la guerra.

El primer obstáculo que los españoles tuvieron fue una emboscada, técnica en la cual los mayas parecen muy experimentados, por la forma en que se peleó contra los invasores en tiempos de la Conquista.

Fernández de Oviedo la narra así:

Comenzóronlos a flechar, y los españoles se defendieron animosamente y mataron e hirieron algunos de los contrarios; pero como los enemigos eran muchos, fuéles forzado tornarse a embarcar y más que de paso, porque les mataron veinte cristianos e hirieron más de otros treinta; y así mismo fue herido el capitán Francisco Hernández, y si adelante pasaran, ningún cristiano quedara con la vida

Crónica de Fernández de Oviedo.

El mayor detalle lo proporciona Bernal Díaz del Castillo, superviviente de esa expedición, quien relata que:

…decían en su lengua: al calachoni, al calachoni, que quiere decir, que matasen al capitán, y le dieron doce
flechazos, y á mí me dieron tres; y uno de los que me dieron, bien peligroso, en el costado izquierdo que me pasó á lo hueco; y á otros de nuestros soldados dieron grandes lanzadas, y á dos llevaron vivos, que se decía el uno Alonso Bote, y el otro era un portugués viejo.

Desde la primera carta “De la justicia y regimiento de la rica villa de la Vera Cruz a la reina doña Juana y al emperador Carlos V, su hijo, fechada el 10 de julio de 1519” queda clara la dolorosa derrota que los españoles sufrieron en Champotón: “…en tal manera que murieron veinte y seis españoles y fueron heridos todos los otros. Finalmente, viendo el capitán Francisco Fernández de Córdoba viendo esto, escapó con los que le quedaron a acogerse a las naos (barcos)”.

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Grabado coloreado a mano. John Carter Brown Library, Brown University.

Francisco Hernández de Córdoba salió con heridas que iban de las 30 a las 33 según las crónicas.

¿Cómo era Chakán Putum (Chakán Putún)?

Era una de las ciudades principales de Acalán-Tixchel, cercana a la desembocadura del río Grijalva y donde después se fundó la villa de Santa María de la Victoria, en el actual Tabasco. La población era una de las de mayor importancia de esta provincia y donde probablemente se hablaba o entendía el chontal;
estaban, en apariencia, bajo su control otras poblaciones como Centla, Taxaual y algunos
asentamientos más sobre el mencionado río.

El territorio de Chakán Putún fue dominadó en el siglo XVI por los Couohes, es decir la familia de los Cohuó. De ese linaje fue, precisamente Moch Cohuó, indica Antonio Benavides Castillo.

Mientras que por el relato de López de Gómara podemos saber el papel de Moch Cohuó en el Día de la Victoria de Chakán Putum:

Mochocoboc, por desviarlos de la mar, que no tuviesen tan cerca la guarida, hizo señas que fuesen detrás de un collado, donde la fuente estaba. Temieron los nuestros de ir allá por ver los indios pintados, cargados de flechas y con semblante de combatir, y mandaron soltar la artillería de los navíos por los espantar. Los indios se maravillaron del fuego y humo se aturdieron algo del tronido, más no huyeron; antes arremetieron con gentil denuedo y concierto, echando en siendo con ellos dispararon las ballestas, arrancaron las espadas y a estocadas mataron muchos, y como no hallaron hierro, sino carne, daban la cuchilladaza que los hendían por medio, cuanto más cortarles piernas y brazos. Los indios, aunque nunca tan fieras heridas habían visto, duraron en la pelea con la presencia y ánimo de su capitán y señor, hasta que vencieron en la batalla.

¿Cón qué armas pelearon los mayas contra los españoles?

  • Las armas con que los mayas peleaban en la guerra eran:
  • Arcos de palo y flechas de cañas delgadas con puntas de pedernal;
  • Rodelas y lanzas del tamaño de dardos que tenían las puntas tostadas y de pedernal
  • Lanzaban piedras con hondas

La vestimenta que usaron para la defensa del cuerpo consistía en una tira de lienzo de algodón angosta y muy larga con que daban muchas vueltas y le apretaban muy recio; otros llevaban unos sayetes sin
mangas acolchados con algodón.

Y por mostrar ferocidad y parecer más fieros y valientes se embijaban de negro y con almagre los ojos y narices y todo el rostro, cuerpo y brazos.

Las orejas horadadas y en ellas metidos unos cañutos con unas faldetas hechas de un metal como de hoja de lata que tenía brillo de oro, y usaban traer cabellos largos como mujeres, y para pelear unos los soltaban y otros los ataban en diferentes maneras, cada uno como le parecía más bravosidad, señala la descripción del Cabildo de la ciudad de Mérida de la segunda mitad del siglo de la Conquista.

La Expedición de Francisco Hernández de Córdoba antes de Hernán Cortés

Antes de 1519, cuando tuvo lugar la marcha de conquista emprendida por Hernán Cortés sobre México-Tenochtitlán el más grande imperio que poblaba la región mesoamericana, dos importantes expediciones llevaron a Cuba, y desde allí a la metrópoli de ultramar, noticias de nuevos territorios con sociedades y riquezas más desarrolladas y abundantes que las descubiertas hasta ese momento por los españoles en el Caribe.

Las expediciones que precedieron a Hernán Cortés estuvo al mando de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, de 1517 y 1518 respectivamente y fueron a Cozumel, Yucatán, Campeche, Tabasco y otros territorios de la península, que inicialmente fue llamada “isla rica” por los europeos.

Para 1517, Cuando Francisco Hernández de Córdoba se aventuró a la “isla rica” tanto mayas como aztecas ya tenían conocimiento de la presencia de españoles en ultramar.

De acuerdo con las memorias de expedicionarios de la época como Bernal Díaz del Castillo o el propio Hernán Cortés, los mayas peninsulares se referían a ellos como “castilán”, en alusión a Castilla.

Francisco Hernández de Córdoba ya tenía tiempo establecido en Fernandina (lo que hoy es Cuba). Tenían ahí granjerías que requerían mano de obra fresca, como la de muchos otros españoles instalados.

Fernandina, vivía en 1517 un serio problema: los duros trabajos estaban acabando con la población originaria taína, por ello, Hernández de Córdoba no dudó en liderar la expedición del mismo año para capturar indígenas y renovar la mano de obra que necesitaba.

Fue en esa expedición que tuvo lugar lo que hoy se llama el Día de la Victoria de Chakán Putum y que fue una dura derrota para los españoles. Tras dicha batalla, la expedición de Francisco Hernández de Córdoba tuvo serios problemas por la falta de agua y por la cantidad de heridos que llevaba.

Enfrentaron un temporal y en La Florida volvieron a tener una batalla con los indígenas de la zona, sin tantos daños como los de Chakán Petum, y con el logro de poder haber llevado agua a bordo. Desde ahí regresaron a lo que hoy es La Habana, Cuba, donde murió el capitán Francisco Hernández de Córdoba.

Fuente: MayasBalam

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