El Gobierno norteamericano ha acusado a Rusia de estar detrás de una serie de ciberataques cometidos recientemente y que tendrían como objetivo afectar la evolución del proceso electoral.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha negado que su Gobierno quiera influir de alguna manera en las inminentes elecciones de Estados Unidos y ha atribuido las recientes críticas a la «histeria», ya que considera que es «más fácil» culpar a un enemigo exterior de problemas internos.
El Gobierno norteamericano ha acusado a Rusia de estar detrás de una serie de ciberataques cometidos recientemente y que tendrían como objetivo afectar la evolución del proceso electoral. El 8 de noviembre, los estadounidenses están llamados a elegir a su próximo presidente.
Moscú siempre ha negado cualquier responsabilidad y, este jueves, Putin ha atribuido a la «histeria» todas las acusaciones. «Es más fácil desviar la atención a ‘hackers’ y espías rusos en lugar de resolver los problemas reales internos», ha esgrimido Putin, durante una reunión anual de expertos en política exterior celebrada en la ciudad de Sochi.
«¿Alguien se cree realmente que Rusia puede influir de alguna forma en la decisión del pueblo estadounidense? ¿Qué es Estados Unidos? ¿Una república bananera?», ha añadido Putin, para acto seguido describir a Estados Unidos como «una gran potencia» mundial, según la agencia Sputnik.
Para Putin, la vuelta de la «amenaza rusa» es en realidad un «mito» rentable para las empresas militares de todo el mundo. En este sentido, ha aclarado que Rusia no pretende atacar o invadir ningún otro país, a pesar de los temores expresados por algunos países del este de Europa y por la propia OTAN.
Fuente: ABC.es