Después de la reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama, el líder ruso Vladímir Putin ha puesto la tarea a su canciller de entregar al control internacional y destruir todos los arsenales químicos que hay en el mundo.
“Después de una conversación con Barack Obama en San Petersburgo, el presidente me ha puesto la tarea clave de hacer todo lo posible para neutralizar, entregar al control internacional y a continuación destruir los arsenales químicos que todavía hay en el mundo”, declaró este domingo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
“Los acuerdos de Ginebra y de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU permiten llevar las sustancias tóxicas al extranjero para su destrucción”, precisó el jefe de la diplomacia rusa. Según Lavrov, fue muy importante incluir esta posibilidad en la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, porque la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas no la contempla.
Lavrov detalló que serán los inspectores de la OPAQ los que determinarán qué parte de las armas químicas será destruida en el territorio sirio y qué parte será llevada para eliminar en el extranjero.
“Rusia instará al Gobierno sirio a evitar la interrupción del plan para la destrucción de armas químicas, Occidente debería enviar la misma señal a la oposición”, dijo Lavrov. Señaló que los países occidentales tienen acceso e influencia absoluta en los que ahora están luchando en Siria.
El 14 de septiembre en Ginebra el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, acordaron un plan de destrucción de las armas químicas en Siria antes de mediados de 2014. Después Siria se adhirió a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas. Asimismo, el Gobierno transfirió a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) los documentos sobre sus arsenales.
Fuente: Rusia Today