Taxistas, maestros, funcionarios y controladores aéreos protestan en París. Las protestas son un nuevo desafío para el gobierno socialista del país, que intenta modernizar la economía francesa y tener un lugar en un mercado cada vez más globalizado y digital.
La policía de París empleó gases lacrimógenos y los taxistas encendieron hogueras en una importante autopista este martes en medio de protestas y huelgas en toda Francia por las condiciones laborales y la competencia de servicios no tradicionales como Uber.
El Primer Ministro, Manuel Valls, accedió a mantener una reunión de emergencia con taxistas esta tarde, en un intento por aliviar las tenciones.
Las protestas son un nuevo desafío para el gobierno socialista del país, que intenta modernizar la economía francesa y encontrar el lugar de Francia en un mercado cada vez más globalizado y digital.
La autoridad de aviación civil francesa pidió a las aerolíneas que anulen el 20 por ciento de sus vuelos las manifestaciones de varios sindicatos de controladores aéreos prevista para ese día.
Al menos 20 personas han sido arrestadas y dos más resultaron heridas en el aeropuerto de Orly cuando un autobús intentó romper por la fuerza el bloqueo instalado por los taxistas, de acuerdo con las autoridades.
Algunos profesores y otros funcionarios públicos hicieron huelga también por una amplia variedad de temas, incluyendo salarios, reformas educativas y condiciones de trabajo.
Cientos de taxis franceses, a los que se sumaron algunos belgas y españoles, bloquearon una importante intersección de acceso al oeste de París, causando cortes de tráfico en las avenidas circundantes. Intentaron marchar desde el cruce de porte Maillot hacia un puente de ocho carriles, pero la policía los dispersó con gases lacrimógenos. Algunos conductores encendieron hogueras antes del amanecer que los bomberos sofocaron por la mañana.
Los taxistas tradicionales protestan por lo que consideran competencia desleal de servicios rivales como Uber, que afrontan una serie de obstáculos legales en Francia. Otras protestas previas se han tornado violentas.
El servicio de bajo coste de Uber está prohibido en Francia y dos ejecutivos de la firma serán juzgados el mes que viene en París por fraude. Protestas anteriores del sector también tuvieron un cariz violento, con emboscadas a conductores y pasajeros del servicio.
Karim Asnoun, presidente del sindicato CGT Taxi Union, dijo durante la protesta que ”desafortunadamente los gobiernos son débiles y como el desempleo les presiona, ceden. Creen que están creando trabajos, pero por cada empleo que se crea hay uno que se destruye”.
Uber envió un mensaje a sus clientes franceses alertando de posibles episodios de violencia durante las protestas y afirmó que el objetivo de las marchas es “presionar al gobierno… para que limite la competencia”. La empresa indicó que limitar los servicios de transporte basados en aplicaciones de celulares aumentaría los precios, dejaría a conductores sin empleo y llevaría a los consumidores de vuelta a la era “antes de las aplicaciones y los celulares”.
Las protestas se repitieron en otras ciudades. Conductores de Uber “agreden a los profesionales que pagan impuestos, que respetan las normas”, afirmó Rachid Boujdema, de 37 años y presidente del Sindicato de Taxistas de Marsella, donde los conductores en huelga provocaron atascos en toda la ciudad y en el aeropuerto de Marignane.
El representante sindical describió a los competidores como “vaqueros estadounidenses” que “quieren destruir nuestro sistema, el sistema que todos apreciamos”.
Fuente: AP/ DPA