Por Angélica Patiño
Las mujeres que mantienen la toma de las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ubicadas en el centro de la Ciudad de México, amenazaron que no las devolverán, ya que se trata de una acción “okupa”. Esto a pesar de que las mujeres que iniciaron la movilización, el pasado jueves, se retiraron del lugar desde el sábado por la tarde.
El grupo que tiene tomadas las instalaciones dijo que sus acciones responden a la inmovilidad de autoridades de los tres niveles de gobierno para dar respuesta a sus demandas de verdad y justicia ante diversos crímenes como: feminicidios, desapariciones, homicidios dolosos, entre otros.
Con el apoyo del colectivo Feminista Bloque Negro, cambiaron simbólicamente el nombre de este espacio, a martillazos, tiraron el letrero oficial de la CNDH y, en su lugar, colocaron una manta que dice: Ocupa, Casa de Refugio Ni Una Menos México.
El sábado quemaron parte del mobiliario; además, tomaron una obra de arte, propiedad del organismo nacional, esta era una pintura de Francisco I. Madero, la rayaron con pintura en aerosol y dijeron que será subastada para “sostener el movimiento”.
Los colectivos feministas y familiares de víctimas publicaron en redes sociales cortes de carne y sopas que supuestamente encontraron al interior de las oficinas donde despacha la titular de la Comisión, Rosario Piedra Ibarra.
La oficina de prensa de la CNDH dijo que esa comida es para todos los trabajadores y se sirven hasta 50 platillos diariamente, según testimonio de las cocineras. De acuerdo a las inconformes, ya regalaron todos los cortes en forma de despensas a víctimas que lo necesitan.
Las protestas iniciaron el jueves, cuando Marcela Alemán decidió atarse a una silla para exigir justicia por su hija, abusada sexualmente a los 4 años de edad en San Luis Potosí, luego de una reunión con Piedra Ibarra quien a decir de la afectada, le respondió que la carpeta de investigación estaba mal integrada, por lo que tendría que regresar a su estado para solucionarlo.
Tanto Marcela Alemán como Silvia Castillo, mamá de un joven asesinado en San Luis Potosí, informaron el sábado que la CNDH ya atendió sus demandas relacionadas con asesoría jurídica.
Precisó que si bien las mujeres que tienen tomadas las instalaciones son víctimas, al menos una de ellas les pidió hablar de temas con los que no estaba de acuerdo y fue uno de los motivos por los que decidieron abandonar el inmueble.
Fuente: Contrarreplica
