Miles de israelíes se manifestaron este sábado afuera de la residencia oficial del primer ministro Benjamín Netanyahu para exigir su renuncia, al continuar las semanas de protestas contra el gobernante israelí a pesar de la nueva y estricta orden de confinamiento.
En momentos en que Israel enfrenta uno de los peores brotes de coronavirus en el mundo, el nuevo confinamiento que entró en vigor el viernes obligando el cierre de muchos negocios, prohibiendo la creación de multitudes y exigiendo a la población a mantenerse cerca de casa. El Knesset de Israel, o Parlamento, no logró acordar una iniciativa para prohibir el derecho a protestar.
Netanyahu exige que se prohíban las protestas porque en su opinión suponen un peligro para la seguridad pública y ha amenazado con declarar un estado de emergencia para poner fin a los desórdenes. Pero sus detractores lo acusan de aprovechar la crisis sanitaria como pretexto para impedir que continúen las semanas de protestas contra él.
Desde hace tres meses, miles de personas han salido a las calles en el centro de Jerusalén cerca de la residencia de Netanyahu para exigir su dimisión. Los manifestantes aseguran que Netanyahu no debería ejercer el cargo mientras se resuelve el juicio en su contra por cargos de corrupción y lo acusan de actuar con torpeza durante la crisis de coronavirus. Muchos manifestantes son jóvenes israelíes preparados que han perdido sus empleos debido a la recesión económica.
Los manifestantes escenificaron el sábado en la noche una movilización ruidosa pero ordenada, y muchos permanecían en los lugares marcados de acuerdo con las normas del distanciamiento social.
Los dirigentes de las protestas exhortaron a las personas a mantener una distancia segura unas de otras, y la multitud abarcó varias manzanas por una avenida importante con la presencia de patrullas policiales.
Muchos inconformes agitaron banderas israelíes. Una pancarta decía que Netanyahu utiliza el servicio de “lavandería de la Casa Blanca”, como se señaló la semana pasada en un artículo publicado por el diario The Washington Post según el cual el gobernante israelí trae bolsas de ropa sucia para que se la laven cuando visita la Casa Blanca.
En otras pancartas se leía “desgracia”, “vergüenza” y “no robarás”, esto último en referencia a uno de los Diez Mandamientos, antes del inicio la noche del domingo del Yom Kippur, el Día de la Expiación de los judíos.
Israel ha registrado más de 226 mil contagios desde el inicio de la pandemia, incluyendo mil 417 muertes. Actualmente reporta más de 61 mil casos activos, entre ellos 700 pacientes en estado grave.
Fuente: AP