El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, confirmó este lunes la prohibición a los estudiantes del uso de teléfonos celulares en las escuelas de Francia a partir del próximo curso.
En declaraciones a medios locales, Blanquer precisó que, a partir del mes de septiembre de este año, los estudiantes de primaria no podrán utilizar teléfonos celulares ni en las clases ni en todo el recinto escolar para evitar que se desconcentren.
”Los teléfonos móviles se prohibirán a partir de septiembre en los centros educativos. Habrá un artículo legislativo próximamente y el texto se examinará en las próximas semanas para que la prohibición sea efectiva cuando se inicie el próximo curso escolar”, explicó el ministro.
La medida obligará a modificar la ley francesa porque prohibir el uso de celulares en el recinto de un colegio atenta contra las libertades públicas.
El Gobierno no ha decidido todavía el perímetro de la normativa, pero Blanquer dio algunas pistas: se le impediría al alumno llevar su teléfono a la escuela, y por lo tanto habilitaría al centro a confiscar el aparato, o bien, simplemente obligaría al estudiante a guardarlo en un bolsillo específico de su mochila.
Añadió que cada colegio francés podrá elegir el nivel de dureza de la aplicación de la medida que podrá llegar incluso a prohibir que los escolares lleven el celular al centro educativo como medida más radical.
El ministro precisó que la versión menos rígida del reglamento permitirá a los escolares usar el celular en las aulas para usos pedagógicos o para realizar llamadas de emergencia.
Blanquer había justificado la medida en septiembre del año pasado con el argumento de que hay que proteger a los alumnos de la dispersión que provocan las pantallas.
En ese momento, puso como ejemplo la pauta que sigue el propio Consejo de Ministros en el cual todos los miembros del gabinete dejan sus celulares en un cajón antes de entrar en la reunión semanal presidida en el Elíseo por el presidente Emmanuel Macron.
”Me parece que esto se puede hacer en cualquier grupo e incluso en una clase”, explicó el ministro en una entrevista concedida al semanario ‘L’Express’.
La iniciativa había sido una de las promesas de campaña electoral de Macron y fue recibida con escepticismo por los sindicatos educativos.
Conforme al diario español El Mundo, la iniciativa también se está llevando a cabo en España en algunos centros.
Por ejemplo, en el instituto Torres Vicens se prohibió su uso en el recreo a los alumnos de primero y segundo de secundaria para que hablaran entre ellos durante los descansos.
Con información de Notimex