El Talibán anunció el domingo la prohibición de la producción de amapola, a pesar de que los agricultores de todo el país comenzaron a cosechar la flor roja brillante que produce el opio que se usa para fabricar heroína, reporta la agencia AP.
La orden advierte a los agricultores que sus cultivos serán quemados y pueden ser encarcelados si continúan con la cosecha. La prohibición recuerda el gobierno talibán anterior de fines de la década de 1990, cuando la milicia prohibió la producción de amapola. En ese momento, la prohibición se escalonó y se implementó en todo el país en dos años. La ONU verificó que la producción quedó erradicada en la mayor parte del país.
Sin embargo, después de la expulsión del Talibán en 2001, se reanudó la producción de amapola, la principal fuente de ingresos de millones de jornaleros.
Hoy, Afganistán es el mayor productor de opio del mundo y en 2021 produjo más de seis mil toneladas, que según la ONU podrían producir 320 toneladas de heroína pura.
Casi el 80 por ciento de la heroína producida a partir de la producción de opio afgano llega a Europa a través de Asia Central y Pakistán.
Afganistán produce más opio que todos los países productores combinados y el año pasado fue el sexto año consecutivo de cosechas récord. Estados Unidos gastó más de ocho mil millones de dólares tratando de erradicar la producción de amapola afgana durante su guerra de casi 20 años, que terminó con el regreso de los talibanes en agosto.
En un Afganistán desesperadamente pobre, donde el 95 por ciento de los afganos no tienen suficiente para comer, la prohibición de la producción de amapola empobrecerá aún más a su gente.
Según un informe de la ONU en 2021, los ingresos de los opiáceos en Afganistán fueron de mil 800 millones a dos mil 700 millones de dólares, más del siete por ciento del PIB del país.
La producción de amapola y los ingresos se utilizan a menudo como una forma de banca entre los más pobres de Afganistán, que utilizan la promesa de la cosecha del próximo año para comprar alimentos básicos como harina, azúcar, aceite de cocina y combustible para calefacción.
Fuente: AP