El presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, afirmó que su partido acudirá al TEPJF para defender la legalidad, el triunfo legítimo y el valor del voto de los mexicanos que concurrieron a las urnas el pasado 1 de julio. Por ello, criticó la actitud del candidato derrotado y su falta de reconocimiento a la democracia así como al pacto de civilidad firmado antes de los comicios. Calificó a Andrés Manuel López Obrador de “un mal perdedor”.
Luego del anuncio de la impugnación por el candidato presidencial de la izquierda, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional lamentó que en su solicitud pase por alto la equidad en el sistema electoral, en las instituciones y que no reconozca que fue menos competitivo que hace seis años.
Recordó que en 2006 López Obrador logró el triunfo en 16 estados, y en la elección del 1 de julio pasado sólo lo hizo en ocho entidades, además, dijo, en el actual proceso electoral nunca fue puntero y la diferencia de votos respecto al candidato triunfador fue de más de tres millones.
El dirigente priista destacó, incluso, que en el Distrito Federal López Obrador tuvo un voto diferenciado, pues aunque la izquierda ganó la elección local, medio millón de electores no votaron por él.
Pedro Joaquín Coldwell aseveró que el candidato de la izquierda no pudo convencer a la mayoría de las regiones del país y tampoco pudo superar la percepción negativa que tenía entre la sociedad por su derrota en 2006, cuando bloqueó el Paseo de la Reforma.
“Las preferencias políticas de millones de votantes no pueden ser invalidadas por una actitud que se resiste a reconocer la verdad jurídica y la realidad política de México”, resaltó.
“Los mexicanos ejercimos el sufragio de manera universal, libre, secreta y directa, el único problema de esta elección fue haber tenido a quien probada y reiteradamente ha sido un mal perdedor”, recalcó.
Joaquín Coldwell expresó la disposición de su partido de acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) para colaborar en el desahogo de las denuncias que se presenten, a fin de “acreditar la falsedad de sus argumentos”.
Con sus declaraciones, López Obrador pasa por alto no sólo la Reforma Electoral de 2007-2008 impulsada por los legisladores de su propio partido, sino que también evade su responsabilidad ante los partidos que lo postularon, por no haber podido ser mejor opción opinó.
De igual forma, pasó por alto que esta elección fue la más equitativa de la historia, y también la más vigilada por millones de ciudadanos y cientos de observadores internacionales que la custodiaron, recordó.
Fuente: Notimex