Prevén obstáculos al fracking en México

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México no será un productor atractivo de gas shale debido a una serie de factores que harán poco atractiva la explotación de pozos mediante la fractura hidráulica o fracking, como la discusión legislativa sobre las leyes secundarias de la Reforma Energética, los derechos sobre la tierra y la falta de infraestructura, asegura un artículo del semanario The Economist.

“México está lejos de convertirse en el próximo Texas” porque los derechos sobre la tierra son diferentes que en Estados Unidos, “incluso después de las reformas, el Estado mexicano va a ser dueño de los hidrocarburos, mientras que en EU se mantienen en el ámbito privado.

Para las empresas de energía, el sistema mexicano sólo será tan atractivo como el estadounidense si los impuestos y las regalías son bajos y eso es poco probable”, señala la publicación.

Además, la mezcla de aceite shale y gas en los dos lados de la frontera puede ser diferente. Dado el bajo nivel de los precios de gas natural de EU, en la actualidad sólo vale la pena producir el gas si se trata de aceite shale.

La explotación de gas shale es una de las apuestas de la Reforma Energética del gobierno federal, lo que ha despertado una serie de controversias por la técnica de extracción que tendría que usarse, conocida como fractura hidráulica o fracking, a la que algunos expertos están ligando con los recientes temblores que se han registrado en la zona norte del país.

The Economist señala que en territorio mexicano se han encontrado unos 25 pozos de gas shale, dos de ellos en Los Ramones, Nuevo León, estado en donde el gobierno piensa que este “boom” podría convertir a la capital, Monterrey, en un centro energético de América del Norte.

Petróleos Mexicanos (Pemex), por su parte, reconoce que el territorio mexicano puede contener más aceite y gas shale que los 55 billones de barriles de hidrocarburos convencionales que se han bombeado en toda la historia.

La falta de infraestructura es otro de los problemas, pues México tiene pocas tuberías para trasladar el gas desde la boca del pozo, además de poco suministro de agua para posibilitar el fracking y la falta  de caminos pavimentados.

La violencia que provocan los cárteles de la droga es tal al norte del país que el Ejército tiene que escoltar a los encargados de realizar el fracking hacia y desde los sitios de perforación.

Fuente: Sin Embargo

 

 

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