El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que en gobiernos pasados el Ejército “estuvo sometido a fuertes presiones” del Ejecutivo, pero “no destruyeron a la institución”.
El mandatario expresó esta mañana su confianza a los secretarios de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, Rafael Ojeda Durán. “Son honestos”, dijo y recordó cómo, en la etapa de transición indagó e hizo una encuesta sobre los perfiles, antes de designarlos.
Resaltó que, en contraste con otros países, los mandos en el Ejército y la Marina “no son parte de la oligarquía”.
Ejemplificó que la mayoría de los generales de división “son hijos de campesinos, de obreros, de mecánicos”.
Consideró que si bien en las fuerzas armadas “debe haber malos elementos, si ya no hay ese ambiente (de corrupción) vamos a poder limpiar. El Ejército es uno de los pilares del Estado mexicano”.
Incluso refirió que le pidió al almirante Ojeda Durán que se haga cargo de la seguridad de los puertos, ante la corrupción que impera en las instalaciones portuarias.
Afirmó que se indaga huachicoleo de combustible en puertos, que -abundó- ocurrió con la complicidad de funcionarios y de las autoridades portuarias.
“Se toleró durante muchos años. Secretarios de Comunicaciones se dedicaban a proteger actos de corrupción”, agregó.
Fuente: La Jornada