Obama planteó problemas de corrupción, impunidad y violaciones de los derechos humanos que han salido a relucir en México. “Estos temas te están debilitando”, le habría dicho, según la versión recogida. Los informantes dijeron que la debilidad a la que aludió Obama no ayuda a los intereses de EU.
Poor Dolia Estévez
Según fuentes confidenciales familiarizadas con la reunión entre Barack Obama y Enrique Peña Nieto el Día de Reyes en la Casa Blanca, el encuentro fue todo menos light. El presidente Obama trajo a colación una serie de asuntos incómodos para EPN, que el mandatario mexicano simplemente no quiso discutir.
Ambos presidentes se reunieron a solas en la Oficina Oval durante poco más de 30 minutos el 6 de enero pasado. A diferencia de los asuntos económicos que EPN abordó con visible interés y hasta entusiasmo, cuando Obama introdujo los temas de derechos humanos, impunidad y corrupción, EPN no solo mostró falta de entusiasmo sino eludió entablar conversación. La asesora de Seguridad Nacional de EU Susan Rice y el jefe de la Oficina de la Presidencia Aurelio Nuño fueron los únicos testigos de la entrevista.
Obama se condujo con respeto y cordialidad, en ningún momento confrontó a EPN con preguntas directas sobre casos concretos de corrupción e impunidad. El único caso especifico que abordó Obama fue el de los 43 normalistas desaparecidos.
EPN se limitó a tomar apuntes de todo, pero no respondió a casi nada o si lo hizo fue superficialmente. “Asintió con la cabeza un montón de veces, pero evadió entablar conversación”, dijeron las fuentes consultadas.
Obama planteó los problemas de corrupción, impunidad y violaciones de los derechos humanos que han salido a relucir en México en términos de que son problemas que debilitan al gobierno de EPN. “Estos temas te están debilitando”, le habría dicho, según la versión recogida. Los informantes dijeron que la debilidad a la que aludió Obama no ayuda a los intereses de EU. Obama tiene un enorme interés en que México sea un país fuerte, gobernado por un socio igualmente fuerte.
En su reflexión, Obama aludió a lo difícil que es combatir la impunidad y la corrupción, e incluso se refirió a los casos de las policías en Fergurson y en Nueva York inmersas en escándalos de racismo y uso excesivo del poder. Obama dijo que ejercer la autoridad policiaca con respeto a los derechos humanos y a la sociedad civil es un trabajo constante.
No está claro si EPN no respondió porque simplemente no tenía respuestas creíbles y buenos argumentos que ofrecer, o porque sus asesores decidieron de antemano que eludiera hablar sobre temas espinosos para no tener que argumentar con Obama.
¿Qué puede decir un presidente que a la fecha no ha visitado Iguala, que no recibió a los padres de los 43 normalistas hasta 30 días después y que en lugar de ir a verlos los convocó a Los Pinos?, se preguntaron las fuentes.
Esta versión de lo que ocurrió en el encuentro a solas entre Obama y EPN es congruente con los pronunciamientos que ambos emitieron después. Mientras que Obama se refirió a los “trágicos sucesos” que terminaron con la vida de los estudiantes de Ayotzinapa, Peña Nieto optó por no mencionar ni de pasada del hecho de los 43 normalistas desaparecidos que impactó y sigue impactando a México y al mundo.
El 6 de enero, Obama dijo que el compromiso de EU es ser amigo y solidario con México en su esfuerzo por eliminar el flagelo de la violencia y los carteles de la droga que son responsables por gran parte de la tragedia que viven los mexicanos.
EPN se limitó a agradecer la apertura, cordialidad, tono franco y disposición de Obama a seguir trabajando con México “en materia de seguridad ante el claro reto que tiene México de combatir con mayor eficacia y contundencia al crimen organizado”.
Obama reiteró que EU está dispuesto a hacer lo que esté a su alcance para continuar ayudando a México mejorar su sistema de procuración de justicia y judicial. EPN se refirió a este ofrecimiento en su pronunciamiento, pero no dijo qué respondió. Según mis fuentes, EPN le habría dicho a Obama que México sí desea la ayuda de EU.
En conclusión, en Washington hay preocupación por el vacio de liderazgo en Los Pinos. Preocupa la perspectiva de que EPN gobierne como un perfecto lame duck en los cuatro años que restan del sexenio; preocupa la falta de imaginación, de creatividad y hasta de empatía frente al caso de los 43 desaparecidos sobre el que EPN guardó silencio 10 largos días bajo el argumento de que era un delito estatal que no incumbe al gobierno federal; preocupa que el mal manejo del caso seguirá debilitando a Peña Nieto y su gobierno.
Fuente: Reporte Washington y MVS Noticias